Que se lleven el agua del Novillo…

Palabras mayores

Bécker García

En el año del 2004, visitar la Presa Álvaro Obregón era un espectáculo desalentador. Triste casi.

Cerca de la cortina alimentadora, una gran zanja hecha a tajo abierto, conducía una inmensa manguera (o tubo), conectado a una gran bomba que ronroneaba incesante.

El problema era, que no había agua en la Cuenca del Yaqui y la Presa se encontraba casi vacía. Así de fácil, así de sencillo.

Aguas arriba, allá por El Novillo y La Angostura, la situación no iba mejor. Por lo mismo, de las 160 mil hectáreas para sembrar en el Valle del Yaqui, apenas se dio permiso para 40 mil. ¿Era eso una crisis de falta de agua? Parece que sí, pero ahora, parece que nadie la recuerda.

Voces por ahí dicen que con 50 millones de metros cúbicos anuales que le quiten a la presa del Novillo, con eso tienen para darle de beber agua a los hermosillenses y “colados” que viven en la gran capital, la cual, por cierto, crece desordenadamente y sin planeación a diario.

Otros dicen, que los habitantes del Yaqui son muy egoístas porque no le quieren dar de beber al sediento; pero se les olvida que de hecho, Guaymas y Empalme beben agua de esa cuenca, llevada ex profeso a través de un acueducto que nace en lo que antes fue el Río Yaqui y que por lo mismo, los árboles se han secado de tanta agua extraída.

A estas alturas, y después de tantas explicaciones dadas sin ser escuchadas, no hay problema. Lo que quieren escuchar algunos, es que, “si quieren el agua del Novillo, llévensela”.

A cambio, me imagino, los habitantes del Valle del Yaqui obtendrán toneladas de apoyos económicos para revestir canales, implementar riegos por goteo y demás linduras que son necesarias para ahorrar, los 50 millones de metros cúbicos que habrán de bombear desde El Novillo, hasta Hermosillo.

Digo, con tal de que no los tachen de egoístas desalmados, que se la lleven.

El problema vendrá, cuando la presa de “El Novillo” no tenga agua suficiente para alimentar las bombas. Entonces, los que ahora dicen que esa es la solución definitiva ¿qué le dirán a los hermosillenses? ¿Que los Yaquis conjuraron con sus dioses para no darles agua?

El agua de ríos y presas no es eterna. En cambio, la del mar, es casi infinita. He ahí la cuestión.

La visión de quienes dicen que la opción es llevar agua del Novillo, es limitadamente miope, porque solamente soluciona, si acaso siempre hubiese agua, un problema, que es el de la capital del Estado. ¿Qué pasa con Guaymas? ¿Con Empalme? ¿Con Nogales y Puerto Peñasco? Todas esas ciudades también tienen sed, pero eso no parece importarle a nadie.

Tarde o temprano, el Proyecto de agua para Sonora debe ser integral y no solamente para satisfacer a quienes viven en la capital del Estado, y repetir los errores que se han visto en el Distrito Federal, donde no hay agua que alcance y cada vez se chupa más agua del resto de los estados aledaños.

Ahora que, si quieren en verdad solucionar solamente el Problema de desabasto en Hermosillo, que cierren las hectáreas necesarias en su Valle. Porque allá tienen un Valle, ¿o no?

O, ¿porqué les gusta nada más el agua de por acá? ¿Cuál es la diferencia?

Me parece un despropósito una discusión sin sentido, provocada porque la verdad es que nadie, absolutamente nadie, tiene un plan integral de Abastecimiento de Agua para todo Sonora. Ni siquiera creo que sepan cuánto cuesta traer el agua de una u otra parte de manera actualizada.

Es por eso que unos y otros se oponen a cualquier proyecto, porque no tienen ni idea de lo que cuesta cada uno y nadie ha contratado a los que saben para que hagan, de entrada, los estudios pertinentes.

Todo lo que se escriba entonces en torno al agua, sin un estudio serio y real, es como los cuentos de Hans Crhistian Andersen y sus princesas; de a puras mentiritas y fantasías.

Por eso digo, que se lleven toda el agua para Hermosillo.

Gracias…

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