martes, 26 de enero de 2010

Abelandia y el mito…

Palabras mayores

Bécker García

Hace cosa de diez años, tal vez once, Ricardo Bours me invitó a pasar dos días en el Rancho propiedad de don Abel Murrieta, ese señor de todos los respetos.

¿Quiénes iban entonces? Bueno, que yo recuerde no pasábamos de 10, si acaso 12 personas, y la mayoría de ellos eran cazadores que por cierto, rara vez salían a cazar.

Argumentaban que el Rancho estaba tan “fregado”, que los animales había emigrado a otros predios. Pero bueno, el vaquero del rancho juraba y perjuraba haber visto decenas de manadas de “colas blancas” aunque nadie las veía por ningún lado. De ahí nació, creo, el sobrenombre de “Abelandia”.

Durante los años, el número de los comensales fue aumentando de a poco a poco y de pronto de un jalón.

Acuden muchos políticos, claro; pero la política no es el tema especializado del evento. Cada quien habla de lo que quiere, según el espacio que le haya tocado en suerte o que haya buscado para hacerlo en derredor a muchos contertulios.

Si bien es cierto también que se han dado algunas circunstancias que giran en torno al tema político, la mayoría ni siquiera platican de eso.

Este año, hubo una novedad. Agradable sorpresa fue el hecho de que alguien o algunos, hayan invitado al grupo musical La Tierra, S.A., los cuales tocaron música de los 70´s y 80´s.

Hace algunos años, alguien presumió que si pudiera hablar por teléfono (no entraba la cobertura celular), contrataba una banda sinaloense. Con lo que no contaba es que había por ahí un teléfono satelital y tuvo que cumplir la promesa.

Hay suficiente comida como para subir unos cuantos kilos en unas cuantas horas. Comida que se ofrece ahí mismo y de otros que, como dueños de restaurante, carretas o demás, llevan “extras” para el antojo.

Este año, por ejemplo, quedó demostrado que los Hotdogs de Obregón son infinitamente superiores a los de cualquier parte del mundo y por tanto “volaron”, en media hora, algo así como doscientos.

Hay bromas y anécdotas. Como la ocurrida a quien esto escribe a quien, en la oscuridad de la noche, un árbol se me atravesó en el camino y me aruñó la cara. En menos de media hora, ya circulaba la noticia del “Fabiruchaso”, convertido en “Beckeruchis”. Tan fijados ni me gustan. Mmm…

Hay también quienes realizan un torneíto de baraja. Alguien por ahí estaba jugando un póker llamado “huevos”, de dos cartas, y pensó que se trataba de Black Jack. Cuando perdió, pues contó 18 contra un par de seises que según él significaba apenas 12 puntos, preguntó una y otra vez sobre su derrota. ¿Porqué perdí?, decía. A la enésima pregunta, alguien le dijo, “te pareces a un candidato (no name) que aún anda preguntándose porqué perdió en las pasadas elecciones”

Cuando la música llega, los cantantes sobran. No importa que tan bien o mal lo hagas, sino que te atrevas. Y como entre machos se supone que no hay fijón (aunque eso es lo que sobra), pues es un duelo de desafinados. Claro, el Beto Flores Chong no cuenta, es profesional de la cantada. Y deja tu lo guapo; lo… wevón.

Se duerme en carpas, en catres, en carros, en “batangas”, en remolques y unos cuantos, los menos, en los pocos cuartos de construcción maciza. Pero también hay quienes llegan con el día o la tarde y se marchan por la noche.

El Procurador Murrieta fue el más felicitado en esta ocasión, no porque sea su cumpleaños, como dicen equivocadamente algunos de la prensa, sino porque su trabajo ha sido reconocido por unos y por otros al frente de la Procuraduría del Estado. Como un apolítico invitado le dijo: ¿Qué mayor reconocimiento que un Gobernador de otro partido haya defendido el trabajo realizado en estos años, con alcance suficiente para reafirmarte en el cargo?

Y sí, es verdad aunque muchos son los que dicen que ya sale, que ya se va, que no pasa de esta semana, y Abel sigue ahí, aprobado por todos, menos por quienes no ven lo que no quieren mirar. ¿Cuánto más durará? Lo que sea; porque con lo que lleva es para la historia y, en la chamba más difícil de estos tiempos, su permanencia es aval de su eficiencia.

Lo de Abel no es casualidad. Cuando en Cajeme entró un Gobierno Perredista, allá en 1997, el Alcalde Javier Lamarque lo ratificó en el puesto de Director de la Policía, mientras encontraba alguien que llenara sus zapatos.

Y nada mas para aclarar lo filtrado a otros medios de prensa; es verdad que platicamos con Roberto Ruibal. Nos dijo, que le diéramos vuelta a la hoja. Que nos olvidáramos de lo ocurrido en las pasadas elecciones y que perdonáramos lo que nos ofendieron.

Yo, Becker García, a título personal, le dije que me parecía correcto, pero, que se acabaran esos falsos ataques de que traicionamos y vendimos la elección, cuando la verdad, es que la mayoría del equipo que participó para que se ganaran las elecciones del 2006 en el sur del Estado, ni opinión nos pidieron (olvidados y excluidos sin sentido) y no hicimos otra cosa mas que ir a depositar el voto.

Le recordé que hacía un año, él mismo y algunos vinieron a donde mismo, a intimidar gente, a presionar y amenazar con el petate del muerto. Todas esas acciones, terminaron por hacer una diferencia en la cual, Roberto Ruibal, ni siquiera metió las manos para defender al sur, preocupado en mantenerse en la siguiente liana.

Recalqué, que la prudencia tiene límites y mientras, como jefe del PRI no amarre las manos y bocas de todos aquellos que perdieron y que ahora, de la manera más sencilla y torpe, y fácilmente pretendan echarle la culpa a los que no les permitieron participar, no puede exigir darle la vuelta a la hoja y acceder al olvido, y entonces sí, creo que hablé por todos aquellos que pusimos lomo durante años, guiados por un líder que le dio todo a su consanguíneo.

Abelandia es anécdota. Plática agradable, chistes salados, carrila genérica, recuerdos vívidos, música para exorcizar el olvido;

¿Conclaves? Pues apenas serán los del Chapo el cocinero, buscando como darle de comer a tanto buche aventurero al mismo tiempo.

Gracias…

Para columnas anteriores favor revisar: http://beckergarcia.blogspot.com

6 comentarios:

  1. Oscar Lopez Ibarra27 de enero de 2010, 9:14

    Buena reseña mi Becker!, yo le agregaria la lluvia del viernes que le puso un toque especial al Abelandia de este año u ni que decir del viernes de rock que tuvimos con La Tierra y que bien describes o los tamalitos que causaron sensación entre los ahi reunidos.

    Saludos y que te repongas pronto del fabiruchaso!jejeje..

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  2. Asi es esto de la politica, mi admirado Becker, siga usted en lo suyo que esto lo hace grande.

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  3. Falto la anécdota del Güero Flaco jaja!

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  4. te faltó decir que alguien cantó el rogón como 10 veces y aquella de fallaste corazón


    saludos

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  5. Faltaron algunos detalles mas como que en esta ocasion el torneo de poker llevo el nombre del campeon defensor, entre otros detalles muy ocurrentes y buenos que se sucitaron durante un ameno fin de semana, pero en si es una muy buena nota mi MB, aaa y el rogon nada mas se canto una vez y fallaste corazon 2 jaja vale la aclaracion

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  6. PROMETO hacer segunda media parte, el viernes... gracias por sus comentarios...

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