lunes, 30 de noviembre de 2009

Cajeme, un Octogenario bien girito…


Palabras mayores

Bécker García

Cumplir 82 años no es cosa fácil; menos, ante la incertidumbre de tantas y tan nuevas amenazas que se ciernen por nuestro postmoderno mundo.

Mi madre, que recientemente ha cumplido 79, nació el año de 1930 y mi padre, que apenas llegó a los 80, lo hizo en el 28 del siglo pasado.

A ambos, quizá lo único que podría reprocharles, si acaso se valiera, es que no me trajeran al mundo en la tierra a la que amo profundamente; Cajeme, y que hoy domingo 29, recién cumple sus primeros 82 años como municipio.

Pero bueno, mi madre que tan sabia ha sido, alguna vez me dijo que uno no es de donde nace, sino de donde se siente bien y en familia, y por tanto ella se autonombró hija distinguida de Huatabampo, a pesar de haber sido parida, casi medio muerta por culpa de un alacrán traicionero que emponzoñó a mi abuela la noche anterior del 4 de octubre, en Navojoa.

Por eso le pusieron Francisca, a la pobre. En familia de notables nombres como Elsa María, Araceli, Maribel, Jerges, Agustín y Manuel Hernando, entre otros, a ella la bautizaron rapidito porque pensaron que así de pronto se iba. Bendito Dios que no fue así.

Pero estábamos con Cajeme y sus primeros 82 años.

El municipio nació como tal, imagino que por instancias del General Obregón. Entonces era apenas una estación de bandera, donde el tren de vapor se detenía a “tomar” agua del tanque de cantera, ubicado junto a la vía, antes de llegar a Esperanza.

Y junto al tanque se construyó el molino de arroz, y cerca, un hotel y una ferretería, y establos para apacentar el ganado que desde entonces, se embarcaba ahí con destino a Estados Unidos. Y luego llegaron las casas y los pequeños restaurantes y las bodegas y de pronto aquello tuvo sueños de crecimiento.

Pero resulta que, Álvaro, el general, en su Hacienda llamada Naínari, tenía suficientes cultivos con muchos frutos para enviar hasta los Estados Unidos y por la calle Guerrero, en dirección recta, se llegaba hasta las vías del tren. Urgía, me dicen, porque el hielo del empaque se podía derretir viajando en carreta hasta la lejana Esperanza.

Coincidencia o no, como suceden muchas cosas en nuestro país y desde entonces y aún antes, las reglas del juego cambiaron. Fausto Topete, entonces Gobernador, promulgó el decreto en 1927.

Y entonces llegaron los Kuraica, los Pavlovich, y creo también los Esquer, los Félix y los Gándara, los Valenzuela y por supuesto, algunos Garcías y otros López y unos cuantos Pérez y los Baidón y muchos otros que buscaron, entre los breñales, una nueva vida.

Y si de nombres hablamos, muchos son quienes forjaron estas anchurosas calles de calor y sueño, poniendo cada uno parte de su vida hasta lograr lo que ahora tenemos; un pueblote donde muchos aún se conocen y pueden beber café, codo con codo, sin importar origen y condición.

Quiero mucho a Cajeme y sufro de un mal que se ha vuelto casi colectividad; enfermedad de segundas ciudades del mundo, que pelean palmo a palmo con la capital que todo absorbe y nada deja quiere dejar a la ventura de quienes, están condenados a ser lejanos referentes al sur de un Estado pujante.

Y no quiero ser improvisado zahorí, pero auguro a Cajeme, larga vida y excelente futuro, siempre y cuando; remarco, siempre y cuando, cada uno de quienes nos autonombramos, por adopción o por nacencia, hijos de estas tierras y actuamos en consecuencia, con todo el valor y esfuerzo que nuestros hijos nos lo demandan.

A propósito de los 1500 trabajadores corridos…

Una de dos; o el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de los Poderes del Estado de Sonora, SUTPES, Luis Antonio Castro Ruíz, ya logró atenuar las demandas en su contra por algunas irregularidades detectadas en su administración o, asustó con el petate del muerto a quien hubo de asustar y le van a otorgar la toma de nota por un cuarto período electoral el cual, según sus estatutos, es ilegal.

Y es que, como son las cosas, Castro Ruíz debió dejar la dirigencia del Sindicato el pasado 28 de agosto, pero, en otra manchita más al tigre, en Ciudad Obregón realizó un Congreso que le “ampliaba” (semántica tramposa para pretender ocultar una reelección) su permanencia hasta el 2013.

Por ello, de pronto fue mucha su pelea para que no le corrieran a sus 1,500 trabajadores a los que “defiende” (en realidad a sus cuotas) a mordidas (de todo tipo) si es preciso.

Y también leo que es una lucha de parte del PRI para mantener al SUTPES como bastión electoral del tricolor en las campañas, ante lo cual, no he parado de reírme, porque el mentado sindicato no juega con nadie, y hace como que lo hace con todos.

Tan es así que, a los sindicalizados que jugaron con el PAN, el propio Castro Ruíz y Fernando Barceló (el machito peleonero contra mujeres), los están acomodando en el gobierno del Nuevo Sonora, en puestos donde puedan seguir “haciendo” grande al Sindicato (en realidad a sus dirigentes y amig@s) con triquiñuelas y prebendas).

Esperemos a ver como sale del atolladero y, si le dan su toma de nota, es que ya supimos de sus arreglos en lo oscurito.

Para columnas anteriores favor revisar: http://beckergarcia.blogspot.com

Gracias

2 comentarios:

  1. este tipejo del sutpes tiene una larga cola que le pisen, dame un correo y te cuento algunas

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  2. beckerg123@larsacomunicaciones.com.mx para servirte...

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