Palabras mayores
Bécker García
Los muy expertos en fútbol, dicen que México apenas llegará, si acaso, a la segunda ronda del próximo mundial a celebrarse en Sudáfrica en el 2010.
Argumentan que, los equipos con los cuales les tocará jugar en la primer ronda, son sumamente complicados y, si por algún milagro pasamos, en la segunda ronda les toca contra Argentina y, bye bye…
Inaugurando el primer juego contra el anfitrión, en Johannesburgo, seguramente las cosas serán complicadas ante un estadio lleno de habitantes de ese país y de ese continente que, por cierto, será la primera vez en la historia de los mundiales, que habrá de organizarlo.
Luego, los que le saben, continúan con el funesto vaticinio: habrán de jugar contra Uruguay y Francia y que, nada mas como historia, ambos equipos han sido campeones del mundo en distintas instancias y, eso marca, y define actitud de triunfo, y por tanto; resignémonos.
A mi la verdad a veces me entristece México, con tanto para dar y poco que hemos concretado. Somos excelentes en todo, hasta que nos proponemos echarlo a perder.
Nada mas baste recordar cómo fue que calificamos a este mundial:
Primero, el seleccionador nacional fue Hugo Sánchez, el futbolista con mayor trayectoria dentro del fútbol internacional, ha sido un fracaso cuando se trata de representar a México, tanto como jugador de la camiseta verde, como director técnico de la furia azteca.
Cuando le tocó estar en la cancha, se preocupaba más por sus piernas y su melena, que ocuparse por anidar el balón en las redes. Y ni modo de negarse a jugar con la selección, pues esto le daba un plus a su carta y a su contrato, pero no lo hacía tanto como para, en un lance arriesgado, sufrir una lastimadura que lo apartara de los millones de dólares que el Real Madrid le pagaba entonces por meter goles.
Y qué decir como seleccionador; sus declaraciones fueron lo más trascendente de su actuación, todas encaminadas a brincar de ahí a la dirección de un gran equipo europeo, al cual por cierto, no ha llegado y al parecer ni llegará.
Ante la trastabillante dirección del “macho” Sánchez, trajeron al famoso play boy sueco Goran Ivanisevic, quien, a punto estuvo de dejar fuera a la tricolor selección por sus pésimas actuaciones.
Y, ¿Cómo no habrían de ser tales, si, para empezar, el señor no hablaba ni jota de español y por tanto, la comunicación con sus jugadores era, en términos prácticos, nula?
Después de que estuvimos a punto de quedar eliminados por equipos con mucha menor infraestructura que la mexicana, como Honduras y Costa Rica, llegó el “apagafuegos” y salvador mexicano, ahora convertido casi en un dios menor, Javier Aguirre, quien, a base de fuerza y motivación, sacó a los seleccionados del marasmo en que estaban y logró, no sin esfuerzo y algunos sustos, calificar al mundial de Sudáfrica.
Y así le pasa a este país que tanto quiero. En el año 2000, las esperanzas de muchos mexicanos fueron puestas en un tipo ignorante y bravucón, quien prometió un cambio que nunca llegó.
Don Vicente Fox, sabía mucho de gaseosas (eso nada mas lo supongo), pero nada de cómo hacerle para gobernar un país (eso sí lo afirmo).
De su mano y la de su esposa Marthita, dimos tumbo tras tumbo para vergüenza propia y ajena, y si no es por los excedentes petroleros disponibles a raudales, a nuestro país lo eliminan en la primera ronda.
Eso sí, en su sexenio aumentaron los nuevos ricos, entre los cuales, sus hijastros los Bibriesca, tuvieron el primer trofeo mundialista.
Luego vino Felipe, “el menos peor de todos”, quien nos prometió bajar impuestos, reconvenir al país, sumar millones de empleos y llegar a las finales del campeonato mundial.
Tuvo mala suerte y desatino. Mala suerte porque el petróleo mexicano se agota y por tanto ya no hay tanto de donde agarrar, aunado a una crisis mundial minimizada por sus consejeros y, en el desatino, no puso desde el inicio de su administración, de un manazo a cada quien en su lugar y, por tanto, desde entonces y desde antes, compartió la incompartible silla del poder con fuentes tan disímbolas entre sí, como la Maestra Elba Esther Gordillo y el astuto Manlio Fabio Beltrones.
Y por eso veo que en el siguiente mundial, el del 2012, Creel, Vázquez Mota, Nava y Cordero, por la esquina azul, son más incapacidades de lo mismo y no llegaran ni a primera ronda.
La izquierda en cambio, trafica con refritos del cada vez más intolerante Peje, el perdido “Chucho” Ortega, el frívolo de Marcelo Ebrad y ahora, hasta Navarrete dice que la quiere, pero apuesto tronchado, que ninguno de ellos sabe para qué.
En la esquina de los rudos, los que dicen saber hacer las cosas a cualquier precio, los priístas; Peña Nieto, Beltrones, Paredes, Herrera y quien se apunte de aquí a la siguiente semana, tal y como si fueran Javier Aguirre, nos dicen y aseguran que solo ellos pueden salvar al tricolor, empero, apuesto que, con cualquiera de ellos, solamente pasaremos, si acaso, a cuartos de final, eso sí, con un altísimo costo.
Y como siempre, a los mexicanos la espiritualidad nos salva, reconforta y resigna y pedimos: “Virgencita de Guadalupe: te pido que en el mundial, los nuestros jueguen dos o tres juegos bonitos (aunque no ganen), y que Brasil vuelva a ser campeón”
Para columnas anteriores favor revisar: http://beckergarcia.blogspot.com
Gracias
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