Bienvenido a Sonora.
Las injusticias en nuestro
país, usted, con toda la información a la que tiene alcance, lo sabe mejor que
nadie, pueden tener salvación y es su deber como Presidente, buscarlas.
A menos que, como al
Presidente Calderón, le oculten información o se la maquillen, debe saber que
en Sonora tenemos muchos problemas heredados por el nefasto Guillermo Padrés.
Durante su campaña, usted
vino a Cajeme, a un evento que a pesar de los desesperados intentos de los
gobernantes de nuestro estado en ese entonces por boicotearlo, resultó
excelente en asistencia y en emotividad.
Entiendo que unos momentos
antes de celebrarse, usted recibió a varios miembros participan desde febrero
del 2010, en la defensa del agua del Río Yaqui, quienes le explicaron la ilegal
construcción y operación del Acueducto Independencia, que lleva agua de la
presa del Novillo a Hermosillo.
En su discurso de esa
calurosa mañana, usted se comprometió a buscar soluciones para dotar de más
agua a Sonora: “agua que no divida”, dijo y se me quedó muy grabado, porque de
alguna forma, renació en mí la esperanza de un desarrollo equilibrado para mi
estado.
Desde entonces, han pasado 3
años y 5 meses y no hemos visto ni un solo avance. A pesar de que la justicia
ha otorgado 7 amparos que, deberían detener el trasvase de agua, los encargados
de hacerlo cumplir, es decir, funcionarios de su gobierno, han hecho caso
omiso.
Señor Presidente, le cuento
algo: Cuando yo estaba en primaria, hace cosa de 45 años, la pujanza del Valle
del Yaqui era tal, que se hablaba insistentemente que pronto superaríamos en
población y movimiento económico a la capital, Hermosillo. Hoy, las ciudades
del Sur de Sonora, lucen desoladas. En cambio, durante estos años, en
Hermosillo se ha concentrado la inversión Estatal y Federal, en prejuicio de
todas las otras áreas poblacionales. De todas, ¿Eh?. De todas.
Tengo muchos amigos que
viven en Hermosillo. La mayoría de ellos, han emigrado desde otras ciudades y pueblos
del estado. ¿Porqué? Pues porque allá está el desarrollo. Que bien que esto
suceda, que cuando menos, existan oportunidades para familias enteras, pero que
mal, que el desarrollo no haya sido parejo.
Usted no sabe, Señor
Presidente, la impotencia de ver que nuestros hijos, han buscado otros polos de
desarrollo porque aquí, cada día que pasa, se cierran negocios, industrias,
comercios y áreas de servicio.
Dígame, señor, ¿Cuánto vale
un hijo frustrado? Señor Peña Nieto, cada año, en el Sur de Sonora, miles de
jóvenes terminan su carrera profesional, para luego convertirse en des o sub
empleados.
Esta lucha, no es nada más
una lucha por el agua agrícola. El problema no es tan simple y desde una sola
óptica. Tiene muchas aristas que no han sido contempladas y valoradas en su
exacta dimensión.
Si el agua es desarrollo,
¿Porqué le quitan la oportunidad a una región para concentrarla en otra, ya
protegida per se?
Le exijo, desde mi humilde
voz, que busque la solución a una injusticia social del tamaño de la pena con
la que hemos visto estos últimos casi 6 años de lucha, como en este país las
leyes parecen estar hechas solamente para los poderosos.
Usted lo prometió en campaña,
no se le olvide, no denigre su palabra.
No al Novillo.
Gracias
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