¿Les he contado
sobre mi consistente forma de perder cosas? Es un deporte que practico desde la
más tierna infancia. “Toma tu pase de abordar - me dijo mi padre allá cuando
era un crío - no se te vaya a perder, porque te quedas” Anda vete, del
mostrador de la aerolínea a la puerta de salida para abordar el avión, el
papelito en cuestión se había perdido. Eran otros tiempos (ahora sí se van sin
mí), y, a las carreras, volvieron hacerme un pase de abordar provisional,
además, subieron dos veces al avión para estar seguros que en el vuelo, no iban
dos Bécker García; el original y el provisional.
Obvio, los 10 días
que duró el viaje, mi apá, me recordó cada 10 minutos que yo, era un chango.
Eso me pasó por
enésima vez con mis lentes obscuros; desaparecieron así, de la nada. Entonces
decidí ir al Mercado Municipal, donde los compro por 50 pesos, Chinos, feos,
pero, ¿para qué se pierdan…?
Iniciando la
semana vi en las redes sociales los rumores de las protestas por el gasolinazo.
Ya están tomando la tienda fulana y zutana. Asaltan las gasolineras. La gente
llega a Pemex y roban gasolina. Los marcianos aprovecharon la confusión y se
roban uranio 129 enriquecido. Donald Trump dijo que subirá la gasolina e
invadirá México. Puros rumores de esos, algunos aderezados con vídeos antiguos
los cuales hacían parecer como actuales.
Yo, que participo
en muchos chats; el de los bikers, el de los tuiteros, el de los compañeros de
kínder, el de los que hicimos juntos la primera comunión, los que jugamos
rayuela, los que éramos mejores en la rayuela y así, y en todos les advertía: aguas,
el primer paso para el caos, es darle seguimiento a la rumorología: es decir,
primero el rumor y luego, cuando se cree verdad, viene la acción. No me
hicieron caso.
En las redes se
inundaron videos viejos, nuevos, inventados, ciertos, falsos, editados con
balazos de audio (se escuchaban los balazos pero no se veían los caídos) y,
total, del dicho al hecho no quedó mucho trecho y, lo que fueron rumores
inventados, se convirtió pronto en verdades: empezaron a saquear tiendas, a tomar
casetas de cobro y lo que fue antes una mentira, se convirtió en verdad.
Aquí en mi Cajeme
querido, donde hasta el más rico gastaba su tostón (ya no), hubo de todo.
En serio y como
era de esperarse, los primeros en sumarse fueron los de siempre; Arrayales
Team´s, ajonjolí de todas las protestas; los ex profes del CNTE, donde algunos
no saben cuantos mililitros tiene un litro de gasolina (ni quieren que nadie lo
sepa para que no protesten cuando les roben ciertas gasolineras); y ahora, oh
“Mai gad”, los tirabichis que tienen secuestrados los camiones del
ayuntamiento.
Luego, la
violencia real y verdadera se apoderó de las calles de México. Que ya fue
asaltada una tienda Electroshock (si te dieras cuenta de lo que te cobramos en
intereses te vuelves loco de atar); asaltaron Gualmar (hea hea la Ley se
tambalea) y casi, pero no, el Súper del Norte (donde te regalan despensas si
dices que su dueño merece ser alcalde de Hermosillo, o un chocolate Presidente
si de jodido lo lanzas para regidor suplente).
Un verdadero caos
violento anunciado y auspiciado desde la rumorología.
Y cerraron el
Mercajeme, y la Tutuli y el abarrote de doña Tenchita, De puritito miedo a los
saqueos.
Cuando llegué al
puesto de los lentes, estaba, como la puerta negra, cerrado con tres candados.
Yo entiendo la
necesidad de los mexicanos de protestar por el aumento de las gasolinas.
Entiendo a quienes no tienen carro, pero saben que con el aumento se vienen
inflaciones en el resto de artículos y, pronto, en el transporte público. Lo que
no entiendo, es la violencia; ese tratar de resarcirme a la fuerza, como venganza contra un
gobierno obnubilado por el poder del regreso y olvido, que no entendió que las segundas
oportunidades se otorgan en la vida, pero difícilmente tres. Y, en la
frivolidad y sordera total, no escucharon las exigencias de cambio. Pero, con saqueos, no.
Y todavía Peña
pregunta, con su carita de enfermito crónico, ¿Qué harían ustedes? ¿Es neta?
¿Tan limitado está? Y enumero: 1.- Fuera Pluris 2.- No más dinero a partidos
políticos 3.- Reducción de gastos superfluos 4.- no más apoyos a sindicatos
charros… 999.- Suprimir la burocracia un 25%.
Con eso, quedaría dinero para no aumentar la gasolina y nos sobra, para empujar de una buena vez
a este país hacía adelante. Me cae.
Pero bueno, lo
cierto, sin ser rumor, es que Peña y su equipo no sirvió pa’nah…
Total, al día siguiente
fui a comprar mis lentes de 50 pesos y, ¿saben qué? Subieron de precio hasta 70
pesos, por el gasolinazo, me dijeron, y “porque ¿qué tal y llegan los
saqueadores y se los roban?, cuando menos tengo que ganar ahorita” dijo…
Así las cosas…
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