En el Instituto Tecnológico de Sonora,
hay elecciones.
La primera ronda fue la semana pasada,
donde 8 candidatos a la rectoría pretendieron ganar el 50% más uno de los
votos, sin conseguirlo.
Las reglas establecen que al no
lograrlo, a la siguiente ronda avanzan aquellos dos candidatos que hayan
obtenido la mayoría de los votos. Y esos dos candidatos son, Isidro Cruz y
Javier Vales.
En el caso de Cruz va por la
reelección, mientras que Vales ya se ha inscrito en varias ocasiones sin lograr
sumar la mayoría.
La cantidad de 8 precandidatos, no es
cuestión para menospreciar en cuanto a intereses económicos personales; se sabe
que el puesto del rector de la Universidad sursonorense, es el mejor pagado
entre todas las universidades del país y por ello estos 8 “sacrificados”,
intentaron llevarse la votación y el jugoso premio.
Es importante hacer énfasis en el
primer período del actual rector y de la manera como llegó a ocupar la silla
más cómoda del ITSON.
Hace cuatro años, los contendientes a
rectoría no se ponían de acuerdo, para suceder a Gonzalo Rodríguez, a quien la
comunidad en su mayoría, no le quitaba el guante de la cara, por supuestamente
dilapidar los recursos de la institución.
Hubo ataques directos y claros, sobre
todo por parte de uno de los contendientes, Roberto Celaya Figueroa, quien,
mediante el uso de las redes sociales, documentó el supuesto quebranto del
ITSON.
Sin embargo sus acusaciones no le
alcanzaron para lograr que la comunidad votará por él y, para sorpresa de
muchos, el menos agraciado en carisma y liderazgo, Isidro Cruz, se alzó con la
victoria.
Se dijo entonces, que esto fue producto
de una negociación con el Sindicato, del cual Cruz era miembro influyente.
Y como son las cosas, al elegir al
menos peor de todos, durante los pasados cuatro años, rectoría y la institución
en sí se ha visto gris, opaca.
Ni el empuje del Dr. Russo en
crecimiento, ni las posiciones destacadas en deporte nacional del período de
Gonzalo Rodríguez, y, mucho menos, las destacadas actuaciones en lo académico
que durante décadas habían sido la marca de la casa en el ITSON.
Mucho se va a decidir en estos días en
el ITSON, a partir de hoy mismo, y aunque no lo sé con certeza, pero quizá ya
sea tiempo de que Vales llegué a dirigir el destino de la Universidad más
grande del Sur de Sonora.
¿Porqué? Porque si en estos cuatro años
Cruz no hizo lo suficiente para lograr la reelección automática, basado en sus
buenas actuaciones, sus siguiente cuatro años serán, sin duda, más grises y tirando
a negro.
No todos están buscando el puesto por la remuneración económica como pudieras pensar.
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