viernes, 29 de enero de 2016

Donald Trump versus mi nieto Bécker Andrés


Pensé en escribir sobre Donald Trump y la gran posibilidad de que sea nominado a candidato Republicano a la Presidencia de Estados Unidos.
Leí varias de sus declaraciones (las cuales casi me provocan vómito) facilotas, hechas para ganar el voto del odio, analicé algunas circunstancias en torno a su candidatura y llegué a la conclusión que, no vale la pena gastar tinta, ni las pocas neuronas que me quedan en un ser… tan despreciable.

En eso estaba cuando a mi casa llegó, proveniente de la escuela, mi nieto prematuro Bécker Andrés Almeida García.
Si pudiera describir como venía, lo haría con gusto, pero es inenarrable su carita encendida, sus ojos fulgurantes y la expresión corporal de un gnomo encabritado.
“Abuelo, me dijo, en mi escuela todos son feministas” y soltó el llanto.

Desde su nacimiento, he observado el carácter de mi nieto con mucha atención: Tranquilo, taciturno, estudioso promedio, artista plástico en escultura, contumaz lector, ocurrente y muy, pero mucho muy, obediente (sacó al otro abuelo, obvio).

Hace una semana le avisaron en su escuela, que había sido elegido entre los niños de sexto grado, para concursar y tratar de ser el representante de la misma, como niñ@ diputad@.
Hizo un discurso sobre redes sociales y educación (o algo así), lo corrigió varias veces con la vigilante mirada de Renée Angélica su madre, y se preparó para la competencia.

Ayer, enfermó del oído y aún así fue a clase. Luego, ese mismo día, llamaron de su escuela, porque se sentía mal. Su madre fue presurosa por él, pero, la maestra le informó que el niño no quería perderse el concurso y prefería quedarse. Madres, me pregunté yo, ¿y si nos llega a salir con que quiere ser como Peña Nieto cuando esté grande? Bueno, me respondí; Bécker Andrés lee más de 20 libros al año, entonces no puede aspirar a ser como nuestro presidente y me calmé.

Para cuando paró de llorar, luego de hablar por teléfono como una hora con su padre, más tranquilo, me explicó su concepción de feminismo: “Éramos tres niños contra tres niñas… Tod@s hicimos nuestro mejor esfuerzo con el discurso… nos fue bien… pero a la hora votar, los de secundaria, que eran quienes tenía derecho a emitir el voto, no nos dieron uno sólo… ni uno sólo abuelo… ¿Cómo puede ser posible que sean tan feministas?

Yo le expliqué que eso del feminismo está como de moda, y es como un pago que le debemos a las mujeres mexicanas, luego de muchos años de excluirlas de la política: “ni siquiera las dejaban votar”, le dije. Pero se cometió un error, para mi punto de vista. Y se lo traté de explicar: “Si la equidad de género exige que en política, exista un 50% de oportunidades para cada sexo, entonces en los partidos, deberían de existir igual cantidad de afiliados hombres y mujeres y participar igual. Pero no es así, por cada mujer que aspira a un puesto de elección popular, existen 10 hombres con las mismas intenciones y participación”

Bécker Andrés nos miraba con los ojos abiertos y muy pensativo, y más se quedó cuando su madre le dio un consejo: “En estos tiempos que estamos viviendo y los que vas a vivir, ser mujer es una ventaja: así que mi niño, si quieres hacer algo y competir contra mujeres, tienes que esforzarte el triple, porque a las mujeres antes, en política las hicieron batallar diez veces más, y aparte, somos más truchas”
Entonces abrió sus ojos de esmeralda, suavizó su rostro y asintió con la cabeza. Como si de pronto hubiese entendido, algo que todavía yo no entiendo. A las mujeres.
 Lo bueno es que, estoy seguro, este niño pensante y sensible, jamás será un tipo abyecto, como sí lo es, Donald Trump



1 comentario:

  1. la historia de Becker Andrés o de cómo pulir un diamante que además de trabajar duramente deberá aprender a valorarse y hacerse valorar... cuántas verdades le habrán sido reveladas en esa plática con su mamá? un joven y prometedor intelecto que debe aprender a autoprotegerse también.

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