Francisco
Búrquez era, año 2006, 2007, el político panista mejor posicionado para
enfrentar al PRI en el 2009.
Sin
embargo, Guillermo Padrés y su equipo se encargaron de descarrilarlo.
Filtraron, a sus opositores, varios detalles de Búrquez, y lograron que
escondiera la cabeza, salir del estado y vivir en California.
Una de
esas infidencias, versaba en que el ahora Senador Búrquez tenía en su
residencia, un pozo de agua particular, por lo cual, que hubiera agua o no en
Hermosillo era lo que menos le importaba. Además, un vídeo de su campaña, donde
repetía que Hermosillo ya no sufriría ni un verano más sin agua (cosa que no
cumplió cuando fue alcalde del 2000 al 2003, circuló mediante miles de correos.
El
agua ha sido, para Búrquez, un tema que le da y le quita popularidad, y por eso
y pensando en el 2018 y el 2021, ataca de nuevo con ese tema.
Y me
regreso a su escrito.
Dice, otra verdad a
medias, que: “Desde el año 2010 el derecho al agua potable es un derecho
humano declarado por la ONU. ¿Qué hacer con los derechos de los productores
agrícolas cuando también hay derechos humanos irrebatibles?” Para Búrquez, el derecho al agua para consumo
humano es prioritario, antes que lo de los agricultores y supongo, que las
industrias. Para él, el agua es un derecho humano que los agricultores de
Hermosillo, no aplican, pues, lejos de sembrar y otorgar agua a Hermosillo, aún
ahora se siguen abriendo hectáreas al cultivo en la capital sonorense y sus
alrededores. En los últimos años, por ejemplo, a un lado de la carretera que va
de Hermosillo a Nogales, cerca del área de Pesqueira, se observan miles de
hectáreas de vid, mismas que en el año 2010 no existían. ¿Cómo es que, en plena
“crisis” de agua, se hayan abierto dichas tierras, privilegiando agua de uso
agrícola a la de consumo humano. Búrquez protege a los agricultores de
Hermosillo, y por eso alaba y aplaude que se lleve agua ilegalmente de la
cuenca del Río Yaqui a Hermosillo. Es decir,
que se haga la ley en las mulas de mis compadres del Yaqui, pero, a
Hermosillo y a su costa, no me la toquen.
Otro punto que Búrquez no observa, es que en Hermosillo plantas
como la Ford, tienen un pozo privado. Además, por ejemplo, la refresquera Coca
Cola cerró su planta en Obregón, y se trasladó a Hermosillo, llevándose con
ellos cientos de empleos. ¿Cómo se permite eso, si allá no hay agua y en Cajeme
si? De eso es de lo que hablamos los que no somos agricultores; de un
desarrollo equilibrado, y si en Hermosillo no hay agua, ¿porqué se empeñan en
acaparar el desarrollo?
Además, en su escrito Búrquez cita al Presidente de Nestlé (lo
que sea que esto signifique), quien propone que cada persona debe de disponer
de 5 litros diarios de agua para beber, y 25 para higiene personal. Y dice, “quienes
excedan de esto, deberán pagar el agua como debe ser en el desierto; en su
costo real.” Sin embargo, en declaraciones al periódico El Imparcial, Búrquez
se opone a que en Hermosillo se cobre el agua a su costo real, y pretende que,
el resto de los sonorenses subsidiemos a AguaH de Hermosillo, vía la CEA, sin
el menor empacho.
En la
parte en la que estoy de acuerdo, es que en el Valle del Yaqui (y todos los
valles de Sonora), se deben tecnificar para ahorrar agua. Lo que no dice Búrquez,
es que para ello, se necesitan apoyos federales y estos, durante los 12 años
que gobernó el PAN, se fueron directamente a Hermosillo, desestimando al resto
de los productores de Sonora.
En fin, Pancho Búrquez en el tema del
agua se comporta, como un excelente Senador, pero de Hermosillo, el resto del
estado, le vale.
Gracias
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