“Los seres humanos hacen su propia historia,
aunque bajo
circunstancias influidas por su pasado”
Carlos Marx
Las
campañas electorales en Sonora, 2015, arrancaron con una ventaja para el
candidato del PAN, Javier Gándara Magaña, sobre Claudia Pavlovich Arellano.
Lógico:
Javier, tenía una larga historia detrás de la candidatura por Sonora. Inició
desde aquél lejano 1997, siendo príista, cuando su amigo el entonces Gobernador
Armando López Nogales le otorgó la dirección del COPRESON (Consejo para la
Promoción Económica de Sonora), desde donde reunió a una decena de publicistas
sonorenses, para iniciar lo que llamarían un proceso de comunicación a favor de…
él mismo.
Un
amigo me contó en ese tiempo: “No les importa nada de Sonora, más que las notas
dedicadas a don Javier; y si es una nota negativa, el Joachi (Joaquín Corella,
su publicista de planta), se vuelve loco”.
Para
el año 2000, el dueño del Grupo GanFer se lanzó por el PRI a competir por la
alcaldía de Hermosillo, y fue derrotado por el panista Francisco Búrquez, a
pesar de sus publicistas.
Terminadas
las elecciones, se auto nombró como “un excelente producto, con una pésima
marca (el PRI)”, y se cambió de partido.
Para
el año 2009, de la mano de Guillermo Padrés, de nuevo apareció en las boletas
electorales, ahora bajo las siglas del PAN, derrotando al actual alcalde
Hermosillo, Maloro Acosta.
A
pesar de tener todo consigo, su alcaldía no fue muy exitosa, con rumores y
flagrantes actos de corrupción (que le costarían caros en el 2015). Aún así,
desde el primer día como ex alcalde, se dedicó a construir su campaña hacía la
gubernatura, de tal suerte que para cuando dieron inicio las campañas, superaba
por dos dígitos a su contrincante del PRI, Claudia Pavlovich.
Dadas
las circunstancias, la campaña de la abanderada príista fue apegada al librito:
polarizar la elección entre buenos y malos; responder a cada ataque
clarificando las circunstancias; empatar la pésima imagen del gobernante en
turno (Guillermo Padrés) con el candidato JGM.
Por su
parte, Javier Gándara no se atrevió a deslindarse del Gobernador Padrés y para
cuando lo hizo, tibiamente (“Padrés es Padrés y yo soy Javier Gándara”), su
campaña iba en picada irreversible.
Así,
el día de las votaciones, la diferencia en los votos a favor de CPA, denotaba
una clara ventaja sobre el candidato JGM.
Las
conclusiones son: Perdió Guillermo Padrés y Javier Gándara. Claudia ganó en
Cajeme con más de la mitad de los votos emitidos a su favor. Ganó en
Hermosillo, bastión panista. Y le bastó ganar en otros municipios con el voto
diferenciado, para alzarse como la primera gobernadora de Sonora.
En
estos primeros meses, la Gobernadora se ha visto bien. Aparece en los medios de
comunicación cotidianamente; cuenta con el apoyo Federal; dio un discurso
contra la corrupción que la mayoría de los Sonorenses esperaban y nombró a un
gabinete más o menos equilibrado. Empero, esto apenas empieza.
¿Sus
retos? Primero, reconstruir el destruido Sonora. Segundo: pasar del discurso
anticorrupción a la acción y Tercer; que su gabinete empiece a aparecer menos
en medios y más en las acciones.
Eso
creo…
Feliz 2016