Sin duda, el
arranque de la Gobernadora Claudia Pavlovich ha sido, dadas las circunstancias,
espectacular.
Se sabe que no hay
dinero, entonces Claudia y su equipo, han realizado intenso trabajo con lo que
tienen a la mano.
Veamos: la primer
semana declaró que se investigaría al gobierno anterior, y, de ser necesario,
levantarían responsabilidades. Pidió 14 días para hacer un diagnóstico del caso
(mismos que ya se cumplieron) y cada uno de los sectores habló del desastroso
estado en que encontraron las finanzas.
En su primer evento
público, el Informe final del alcalde Rogelio Díaz Brown, cumplió con un
simbolismo; le regresó la Notaría 52 a Adrián Manjarrez ahora a través de su
hijo del mismo nombre, con lo cual se apuntó un 10 ante los cajemenses, por lo
injusto de la suspensión por parte de Guillermo Padrés.
Luego liberó a
Mario Luna, el Yaqui detenido también de manera ilegal por el Gobierno
anterior.
Por último y para
no hacer un recuento oficioso de los logros, fundó la Fiscalía Especial
Anticorrupción y nombró a Odracir (dato curioso del nombre; Ricardo al ´revés)
Espinoza como su titular. Aquí, el único pero es que, dicha Fiscalía dependerá
de la Procuraduría, con lo cual, uno se pregunta ¿Y si acaso su jefe fuera como
el corrupto de Carlos Navarro Sugich, “el ido”, actuaría en consecuencia?
El caso es que en el arranque de Claudia Pavlovich, se han
bateado las bolas bobitas que la administración ha encontrado.
Peeeeerooooo… Pero la gobernadora no la tendrá fácil. El
suyo será un sexenio complicado. Muy complicado, porque no habrá dinero
suficiente y no se ve, en el futuro, como se pueda enderezar el barco.
Sí, contra la epidemia de dengue que se aproxima, salieron,
tanto ella como el Maloro Acosta, alcalde de Hermosillo, a recoger cacharros en
las casas. Sí, bien. Pero esto ¿es suficiente? Creo que no. Se necesitan muchos
recursos para revertir en pocos meses, lo que no hicieron los que se fueron en
6 años. Y hablo de hospitales desmantelados, carencia de medicamentos, de camas
y con una carga negativa en el servicio (los empleados hartos) que no es fácil
de revertir.
Y este es solamente un ejemplo.
A Claudia le toca entonces hacer presencia importante en las
Secretarías Federales para solicitar recursos extraordinarios, porque los
ordinarios servirán, si acaso, para pagar la inmensa deuda que le heredaron.
Y en el DF la ayudarán una o dos o diez veces, pero luego,
con este presupuesto cero que se ejercerá federalmente, le dirán que se espere,
que pronto, que ya merito y así, porque dinero, Federal, será escaso.
Y a eso sumémosle el deterioro político nacional. El
Presidente Peña Nieto, a 3 años de dejar su mandato, está en la lona. Su nivel
de aceptación para el período intermedio, es el peor que haya tenido cualquier
otro en su mismo puesto.
Entonces eso hará que las baterías y los dineros federales,
vayan a rescatar a las entidades más pobladas del país, pensando, obviamente,
en recuperar aceptación y votos para el 2018. Y esas, son allá, en Veracruz, Estado de
México, Oaxaca y así. Para allá apunta la flecha de los dineros.
Ahora que, quizá la Gobernadora Claudia Pavlovich nos
sorprenda. Nada está escrito y hoy, la esperanza es lo único que no se llevaron
los padrecistas.
Gracias
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