lunes, 5 de octubre de 2015

Lecciones y elecciones del 2015


Las votaciones municipales del 2012, en Cajeme, nos dejaron una clara lección: Luego de alcanzar más de 100 mil votos, los votantes eligieron al contrincante del PAN, es decir, al PRI, por el hartazgo y las trapacerías de Guillermo Padrés y sus amigos. Aparte, hay que recordarlo, Rogelio Díaz Brown era uno de los líderes del No al Novillo.
El PAN eligió por capricho, a una candidata poco competitiva, como lo fue Eloísa Flores, quien cometió pifia tras pifia al defender lo indefendible: el Acueducto Independencia.
Además, el carisma de Rogelio Díaz Brown, el hecho de haber ganado la elección de diputado estatal y luego federal, lo convirtieron en un candidato muy superior.
Eso fue en el 2012, y, ¿Qué pasó en el 2015?
En las elecciones de Junio pasado, a la alcaldía, el proceso tiene varias lecturas.
Una; que el PRI no tuvo el aval completo, otorgado tres años antes a su candidato municipal, pues, junto con sus partidos aliados, obtuvo 58 mil votos, es decir, casi 44 mil menos que la elección anterior.
Dos; el PAN impuso a un candidato con mucha trayectoria (Chuy Félix), pero ya desgastado en el transcurso de los años, y que venía de perder una elección (2012) para diputado local por el Distrito XVII, frente a Eduardo Castro Luque. Al final de la campaña, o se cansó o supo que ya no podría alcanzar a Faustino Félix.
Tres; Movimiento Ciudadano le abrió la puerta a un panista (Gustavo Almada) mal querido por el grupo de Guillermo Padrés, y con ello, jaló muchos votos (28,000) de quienes ya no querían a ninguno de los dos partidos “grandes”.
Cuatro; En la elección interna del PRI, entre Faustino Félix (candidato triunfador) y Rodrigo Bours, el PRI salió dividido.
Con estos datos, ¿podemos visualizar el 2018?
Falta mucho tiempo aún y depende mucho de la respuesta que a los ciudadanos les otorgue el alcalde actual, en dupla con la Gobernadora Claudia Pavlovich. Iniciaron ambos muy bien, pero falta mucha agua por correr debajo de los puentes.
Sin embargo hay circunstancias que pueden inferir en el siguiente proceso electoral.
Sin duda ya hay algunas personas que se habrán de tomar en cuenta.
Gustavo Almada, en su primera incursión obtuvo un 19% de la votación total, en una campaña fresca y ciudadana realizada principalmente en redes sociales. Casi nadie lo veía venir, y hubo algunos que se molestaban cuando las encuestas de campaña le otorgaban el 12% de las preferencias. Si no lo ven venir para el 2018, pueden correr la misma suerte.
Rodrigo Bours, sin duda con más experiencia, también podría buscar estar en las boletas dentro de 3 años. Tiene tiempo de pensarlo, y, tiempo para actuar.
Abel Murrieta puede ser otro de los candidatos apuntados en las pretensiones. Ha ganado dos elecciones, diputado local y federal, y sigue el camino lógico a la alcaldía.
Sin embargo hay un punto relevante en el cual pocos están pensando para el 2018. Las candidaturas independientes han llegado para quedarse y de entre la sociedad civil, tan cansada de los partidos, puede que surja una figura pública y fresca.
Esperemos, los tiempos. Al fin y al cabos estas son solo conjeturas. Ya veremos como se mueven los personajes.

Gracias



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