Un correo…

Palabras Mayores

Bécker García

Últimamente me han llegado algunos correos. Uno de ellos vino de parte de Ignacio Sánchez al cual le agradezco sus palabras.

También me llegó otro, que era la respuesta que a un Administrador de Empresas egresado del ITSON en el cual dice, entre otras cosas, que los Bours están detrás de la oposición al Novillo y, quienes apoyamos esto, es porque somos beneficiarios temporales.

Yo trabajé en la administración de ambos Bours, Ricardo y Eduardo, pero me niego a que me encasillen como un tonto sin razonamiento o como beneficiario de negocios o prebendas impublicables.

Durante los años que trabajé en la administración pública al lado de Ricardo Bours, no se me otorgó nada más allá de mi sueldo como funcionario, y, pasó igual en los cuando lo hice en el Gobierno del Estado con el Ingeniero Eduardo. Eso sí, absolutamente siempre, trabajé bajo el influjo y presión por hacer que las acciones públicas fueran hechas de la mejor manera posible.

Bajo esa óptica, la obviedad con la cual habla el del correo, diría entonces que yo, Bécker García, "soy un beneficiario temporal" de la familia Bours y por eso estoy en contra del Novillo.

Bajo la misma falsa premisa, se diría que yo, alguien sin tierras ni otro interés agrícola, estaría defendiendo el movimiento de No al Novillo porque me lo ha dictado la cercanía con la familia Bours y ahí si respingo y respondo: Ni tonto, ni dejado, pero sí, muy interesado.

Y soy más interesado desde hace 24 años, cuando, por carecer de un buen trabajo en Cajeme, hube de emigrar de mi ciudad hacía otra población que me daba otras opciones de sustento.

Y por ese corazón tan cajemense, tan decidido a serlo, desde que a los cinco años de edad llegué a estas tierras, con lo cual se me da plus que nada tiene que ver con lo fortuito sino con lo electivo, me declaro en contra de los injustos privilegios que centralistamente se le otorgan a la Ciudad de México Distrito Federal y ahora, más cercanamente, se pretenda replicar con Hermosillo. Todo para la capital, poco para las otras ciudades no es, ni justo, ni ético.

En el mundo de lo obvio, se podría decir también que tengo algo en contra de la capital sonorense y por eso privilegio a Cajeme. Pero no, tengo la experiencia de haber vivido en la capital durante distintas etapas de mi vida.

Hoy, mi residencia está allá y me encantan las facilidades que se tienen en una ciudad grande y desarrollada donde las multiopciones son más claras que en ninguna otra ciudad de Sonora y eso es lo que más me preocupa. ¿Porqué mi corazón tan cajemense debe vivir en otra ciudad que no sea la mía? Porque para mi familia y la de miles de cajemenses, nogalenses, urenses, navojoenses, etc., las opciones están allá y no en donde deberían de estar, que es donde elegimos parir a nuestros hijos y enterrar a nuestros muertos.

Mis hijas, y eso es triste, no piensan vivir en Cajeme, aún cuando todas, las tres, defienden por convicción el tema de No al Novillo bajo la premisa de lo INJUSTO.

Eso es lo sentimental. Vamos a lo real.

¿Cómo voy a creer en un proyecto donde primero se me dice que nos darán agua desde Sinaloa y en la realidad eso es falso?

¿Cómo voy a dar por cierto un proyecto donde, para satisfacer la sed de los hermosillenses se les pide agua a los habitantes del Yaqui y no se menciona, ni siquiera en un susurro a quienes siguen sembrando en la costa de Hermosillo?

¿Cómo explicar que en el año del 2003 mi pueblo se colapsó en todos los sentidos porque la falta de agua obligó a suspender el cultivo de tierras (y por lo mismo la economía general que propicia la actividad agrícola), mientras, en Hermosillo no se ha dejado de sembrar ni una hectárea por estas causas?

¿Cómo explicar que en el cambio de administración de pronto, de un día para otro y en invierno, se acabó el agua de Hermosillo?

¿Cómo comprender que en el 2003, un estudio realizado por CONAGUA, avalado por la ONU mediante la OMMS, e investigado por científicos de distintas partes del mundo expertos en el tema, y donde concluía que, para aliviar la sobreexplotación del acuífero del Río Sonora, se debería de adquirir derechos de riego hasta por 300 millones de metros cúbicos de agua utilizada para sembrar forrajes y granos y con ello darle agua a Hermosillo y el resto mantenerla para compensar la sobre explotación de las aguas subterráneas y no se hizo ni se ha hecho nada?

Ahora, cuando de nuevo vuelven los tandeos, artificialmente armados o no, se voltea a ver de nuevo a otras partes sin poner orden en la Costa de Hermosillo y tratando de que, quienes vivieron la experiencia en el 2003 y pusieron orden, inversión y cuidado en el manejo y ahorro del agua, se les castigue por las omisiones de los otros. Eso, es injusto e incalificable.

En el Yaqui no se ahorró el agua para premiar a quienes no lo hacen. Eso es claro y por eso es OBVIO que, quienes le entienden un poquito, con solo una pizcacha de sentido común, no estemos de acuerdo con el Novillo.

Y parece ser aunque pocos no quieran ver lo que muchos vemos, que contrariamente lo que se dice en ese correo, los opositores no son nada más los Bours colorados, sino también el senador Panista Javier Castelo, el ex alcalde del mismo partido Jesús Félix, Beatriz Marina Bours, don Enrique del mismo apellido, Marcelino Pérez Arenas, y un etcétera más largo que los 15 mil marchantes del pasado 5 de marzo.

En un derroche de simplismo, nuestro alcalde Barro dice que en la oposición se ve a ciertos operadores de otros partidos organizando esto y eso es falso. Los ciudadanos responsables entre los cuales no puedo contar a mi amigo Manolo, se mezclan para defender la injusticia.

Y en esto, en la lucha del NO al Novillo, no me mueve otro interés que la justa visión de que si acá tenemos todo para convertirnos en en el postergado polo de Desarrollo, no veo porque se niegan a darnos la oportunidad de que, cuando menos mis nietos, tomen en cuenta la elección de vivir en esta ciudad que no crece sino a fuerza de empujones.

Gracias…

Para columnas atrasadas…

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