Palabras Mayores
Bécker García
Lo leí tres veces, para saber si acaso no estaba leyendo mal. Ernesto Munro, Secretario de Seguridad Pública Sonorense, comentó que la causa del asesinato del Sub Director de la Policía Municipal de Nogales y de su escolta, había sido por causa de un descuido o exceso de confianza.
¿De parte de quién?
En esto tiempos de violencia encendida, no es nada fácil trabajar en cuestiones de Seguridad Pública. Tampoco es fácil meterse a escribir sobre los vericuetos de la trama que cobra un día sí, y otro también, vidas humanas de ambos lados.
Y si bien es cierto, en eso sí tiene razón el Gobernador Padrés, cuando dice que Sonora es el Estado fronterizo mexicano más seguro, no podemos soslayar que una vida es una vida y que el descuido viene a ser parte de la colectividad, porque cada muerto dentro de nuestra frontera estatal, viene a ser no únicamente parte de las estadísticas, sino parte de un horror comunitario que ofende y atemoriza.
Pero luego, a uno como periodista le llegan versiones encontradas.
Se dice por ejemplo que la convivencia entre el fallecido sub Director y el Director de la Policía de Nogales no era cordial, ni siquiera en el protocolo.
Extraídos ambos de la disciplina castrense, cuando fueron traídos a Nogales, venían con la consigna de ser un enlace entre autoridades civiles y los militares.
El propio Munro Palacios, comentó que era necesaria la presencia de personajes con estas características para hacerle frente a la delincuencia, y tender un puente directo con el ejército, a quien al parecer es la única institución a la cual aún se respeta en México.
Uno con el grado de Teniente Coronel (el Director) y otro con el grado de Mayor (el Sub Director), al llegar, juntos con otros doce mandos medios menores, prometieron que en cien días pondrían orden en la conflictiva frontera. Sin embargo, al cumplirse la fecha fatal, los muertos ascendieron a 109, con lo cual el fracaso se hizo obvio, evidente y en apabullante crecimiento.
Todo lo anterior está en los anales de la prensa y en los propios mensajes que la ciudadanía deja por escrito en la página web del propio Ayuntamiento.
Se dice también que, con la lejanía entre ambos personajes, al Sub Director no le quedó otro remedio que replegarse y así, tomó su oficina como cuartel para esperar que las aguas amainaran. Y de ahí viene, tal vez, el descuido y exceso de confianza del que habla el Secretario Munro. Todos los días, casi a la misma hora, el Mayor acudía a comprar un café al mismo establecimiento, con lo cual, sus enemigos lo tenían muy bien medido.
Es de suponerse entonces que, a toro pasado, ahora se den las recomendaciones para que los policías de esa y de todas las conflictivas ciudades del Estado, tomen las providencias del caso, o cuando menos que, el Asesor externo de una gran mayoría de las policías municipales, Roberto Romero Sapiens, insista en privilegiar mas los cuidados, sobre todo porque en estos casos gente inocente puede salir lastimada, como en este atentado del descuido y la confianza salió herido un joven de 17 años.
Digo, lo que se dice buen asesor no puede ser Romero, cuando pesa en su conciencia el llamado Robo del Siglo, de 144 millones a la empresa SEPSA, cuando era Secretario de Seguridad Pública en Cajeme, realizado por sus policías, y del cual por cierto ni las manos metió para prevenirlo.
Pero también quizá la desafortunada declaración del Secretario de Seguridad Pública Ernesto Munro, tenga que ver con el nerviosismo, sobre todo porque hay indicios que su relación con el mandatario estatal, ha caído a niveles insospechados de distanciamiento, por causas de rumores y malos entendidos.
Esperemos que el cauce normal de la seguridad en el Estado sea retomada, que las partes involucradas se unan y pongan de acuerdo, para no conformarnos con ser el Estado menos conflictivo del norte fronterizo, sino erradicar de tajo la violencia que daña a la ciudadanía que ni la debe ni la teme.
En esta esquinaaaaaa…..
Si se diera el caso de un enfrentamiento entre el Secretario Particular del Ejecutivo Estatal, Agustín Rodríguez, en la esquina azul, contra el Secretario Técnico, Roberto Romero, en la esquina gris, ¿Usted a quien le iría?
Yo no creo que esto pueda ocurrir, porque ambos son de los más cercanos colaboradores del Gobernador Guillermo Padrés, y además, son personas pensantes que nada tienen que dirimir a golpes.
Sin embargo, sendos de sus subalternos discutían en el baño de un Bar y se retaban mutuamente apostandole, cada uno de ellos, a su respectivo jefe.
Parecía, como si de pronto estuviéramos en aquellas discusiones infantiles de; “y mi papá es amigo del jefe de la policía…” “y al cabos que el mío es del jefe los bomberos…”
WTF…
Gracias…
Para columnas atrasadas…
http://beckergarcia.blogspot.com/