lunes, 27 de marzo de 2017

Ni madres, yo sí creo en un Cajeme mejor




Con respecto a la calificación que la ONU, con el apoyo de SEDATU e INFONAVIT nos otorgó, lo publiqué en mis redes sociales y omaiga, casi me linchan.
Escribo aquí, un texto de respuesta ante una amiga (una de much@s) que no creyó que Cajeme se mereciera el nombramiento de ciudad próspera entre municipios de menos de 500 mil habitantes.
Expongo, desde mi experiencia, lo que me toca vivir.
La realidad de nuestro entorno me alcanza y me apabulla.
Dos de mis hijas que, después de estudiar su carrera profesional fuera de Sonora, le hicieron la lucha dos años aquí en Cajeme, pero al final regresaron a CDMX ante la falta de oportunidades (una chef, la otra artista plástica), y, la tercera, a punto está de emigrar a otra ciudad con mayores oídos para sus proyectos, y con ello, me pegan directamente en el hocico, machín y dolorosamente.
Y le cuento una historia: Un amigo, creo el mejor músico que haya parido Cajeme, un tipo que tocó en Tijuana, el DF, Estados Unidos y que un día, en una decepción amorosa tomó un avión a Europa y así, como en las películas, pidió boleto a donde fuese (con tal de alejarse de la mujer que lo abandonó a su suerte) y, el día que llegó a Alemania, con su instrumento y una maletita con solamente lo indispensable de ropa, sin saber el idioma y debido a que alguien lo escuchó tocar en la calle, lo contrató esa misma noche para integrar una banda (lo confundían con Kalé, gitano) y debido a su innegable talento, no dejó de hacerlo un solo día durante los meses que por allá estuvo. Pues resulta que mi amigo el virtuoso, al morir su padre, se muda a Ciudad Obregón para poner orden en la casa y entiendo algo de la herencia, y trató, vaya que trató, de  seguir viviendo aquí, de su música. Obviamente, en Cajeme un músico de su grandeza no cupo. Ya se fue, ya no está aquí y ante esta nota, me escribió las más amargas letras recriminatorias a la falta de oportunidades. Pues sí, tiene razón, pero también un astronauta se moriría de hambre (y tristeza porque al final de cuentas, mayoritariamente, a lo que nos dedicamos es una vocación, elegida o no, pero una vocación), porque no es aquí donde existen las condiciones para ejercer su vocación.
¿Qué tenemos Baches? Pufff, llenas las ciudades de todo el mundo de hoyancos, salvo las capitales y ciudades principales que todo acaparan en nombre del turismo.
¿Malos servicios? Me encantaría te subieras a un tren húngaro, cotorro, jocoso y permisible (fumamos y nos emborrachamos en la cocina dos "meseros" y un servidor, ante el reclamo de los otros pasajeros europeos que no aguantaban el olor a tabaco y nuestras risas en tres idiomas distintos), pero apestoso, lento, sucio y lo que le sigue, muy lejos de aquellos trenes de primer mundo que viajan a 250 km por hora y pues, imaginen el servicio.
¿Violencia?: Detroit, la ciudad de los automóviles, tiene colonias enteras abandonadas, sus casas quemadas y sus bienes materiales canjeables (cobre, aluminio, madera) robado, y, además, existen lugares, donde ni la policía entra (y estoy hablando de policía de primer mundo, con todos los aditamentos tecnológicos para reprimir, conste).
Cajeme, ¿está jodido? Pues sí, ¿qué tanto? Pues ahí lo dice la ONU, que de entre ciudades medianas (menores de 500 mil habitantes, no la comparen ni con Hermosillo, Guadalajara o Monterrey), somos prósperos y yo, ante mi dolor y abandono, ante el esfuerzo de no educar a mis hijas para que fueran expulsadas de la ciudad que aman y que amo, sino que, si marchaban de aquí, fuese por decisión propia, buscando donde se sintiesen plenas como lo están haciendo, y entonces debo de pensar con la lógica y alejarme de la inquina del sentimiento que obnubila y preguntarme, ¿Qué chingados gana la ONU, INFONAVIT y SEDATU con otorgarnos dicho reconocimiento? Y no, no me dan los razonamientos comprensibles. Por eso ruego, si alguien tiene algún argumento alejado de la queja facilota de baches e inseguridad, de malos gobernantes y caciques que todo acaparan, para decirme qué ganan esas entidades, al elegirnos como prósperos en competencia con muchas otras de iguales características y solo entonces, si me dan los argumentos, dejaré de defender el calificativo, el cual, entiendan, es tan poderoso que puede atraer mejores opciones para nosotros, los jodidos cajemenses y para nuestros hijos. Es, por decirlo de alguna manera, como una carta de presentación que debemos explotar y presumir pero que muchos prefieren ripiarla con manteca de caca.
Y resulta, que un doctor que conduce un Mercedez, un empresario que tiene cientos de empleados, un político que dice estaríamos mejor con López noseque, y un ejército de cajemenses “progres”, se me echaron encima y me dicen, que me dieron dinero para repetir tal barbaridad. ¿Quién me dio el dinero, la ONU? Ah caray, que importante me creen que soy.
Lo más triste es que, repetimos como merolicos lo que está mal y no hacemos más que eso, divulgarlo, presumir en contrasentido nuestras desgracias y seguimos lamiendo las heridas, supurando dolores heredados y añorando glorias pasadas mientras avanzamos en una espeluznante mediocridad.
Cócorit Mágico, con sus oponentes a rajatabla, es todo un caso de ello. Y pienso entonces que, quizá, solo quizá, esto es lo que nos merecemos, ¿no?
Aunque para mí, y vuelvo a citar a Serrat a ver si nos entra en la cabeza: “Sería todo un detalle, todo un síntoma de urbanidad, que no perdiesen siempre los mismos y que heredasen los desheredados”

Empiezan los descalificativos en contra en 3, 2, 1…



martes, 21 de marzo de 2017

¿Cajeme el municipio más próspero? Quiero que sí…



Hace apenas unos años, en una plática, un amigo de mis hijas se quejaba amargamente de que el equipo de sus amores, Los Yaquis, en toda su vida (la de él), no habían ganado un campeonato de la Liga Mexicana del Pacífico.
Yo, que suelo ser muy metiche, entré a la conversación para decirle que, desde antes de que él naciera, finales de los ochentas, nuestro equipo había ganado su último campeonato en 1981, si mal no recuerdo y para esas fechas ya teníamos más de 20 años en la sequía. Uf, se dijo así mismo como para sus adentros, “quiere decir que nunca vamos a ser campeones”. Y así parecía.
Durante 26 años, Los Yaquis de Obregón a lo más que llegaron, en el 2003, fue a segundo lugar detrás de Los Cañeros de Los Mochis.
Sin embargo vinieron nuevos tiempos; del 2007 al 2013, Los Yaquis escribieron una historia maravillosa, ganando 4 campeonatos de liga y dos series del Caribe. Aclaración y mensaje para René Arturo: Esperemos, por el bien de la afición, que para la siguiente temporada recuperemos la racha ganadora.
Un amigo mío se quejaba esta misma semana, diciendo que el trigo, principal cultivo del Valle del Yaqui, no tuvo la suficiente exposición al frío en su ciclo y que por tal motivo quizá los rendimientos por hectárea no sean satisfactorios. Me dice, que si bien le va, apenas va a poder pagar sus créditos de avío. Oye, le pregunto, ¿Vas a regresar tu pick up que recién sacaste de la agencia en diciembre pasado?, y entonces me mira con ojos de “estásperosibienloco” y cuando le lanzó la siguiente pregunta; ¿entonces sus hijos dejarán de estudiar en el extranjero para regresar a cualquiera de las 18 universidades que existen en Obregón?, y es cuando ya me dice de plano con todas las letras que yo estoy pero si bien pen… tonto… Me no entender.
Recién la ONU acaba de publicar un estudio donde, de las ciudades mexicanas menores a 500 mil habitantes, la nuestra es la que muestra mejores oportunidades de desarrollo, o en otras palabras, es el lugar más próspero.
Yeah, me dije a mi mismo lleno de satisfacción y orgullo, y, para luego es tarde, por todos los medios a mi alcance lancé la buena nueva a mis conocidos y no tan conocidos vía redes sociales.
Ufa compaaaaa…. Casi me linchan por mi atrevimiento!!!
Digo, entiendo a los que, desde otras ciudades del país y del estado, se carcajearon de mi noticia, pero, ¿porqué los nuestros? Hubo uno que antes era de aquí del pueblo, pero tiene 20 años viviendo en la capital sonorense, y que fue el primero que preguntó: ¿Y Hermosillo en qué lugar está? Sabe, le respondí, es entre municipios menores de 500 mil habitantes y Hermosillo anda ya casi en el millón, entonces, sorry pero no cuenta. ¿Okei?
Entonces y ante la andanada de burlas, insultos, sarcasmos y demás, me chuté la totalidad del estudio en cuestión para tener más argumentos para rebatir.
El estudio habla de oportunidades de todos tipos, no nada más de baches y/o inseguridad, que es donde andamos muy malitos.
Y veamos, si aquí existen 18 universidades, es por algo, ¿no creen? Y vamos comparando con Hermosillo, que tiene, según datos encontrados en Internet, 24 casas de estudios superiores cuyo alumnado supera al cajemense en apenas un 22%, cuando, al ser el doble en población, tendría que ser también en la misma proporción de matriculados, ¿No?
Claro está que es cierto que muchos de los egresados aquí, apenas les da para poner un carro de tacos, pero sin embargo el indicador de opciones de estudio no va más lejos en las mediciones, sino, en economía formal.
Pero sucede que a pesar de los lloriqueos, los de  Cajeme seguimos yendo a Tucsón en puente, tenemos (bueno, me excluyo) para comprar un carro de agencia, además de ser un martirio esperar a que haya uno dispuesto de lo rápido que se venden y, el alcohol en los fines de semana, se acaba en ciertas y tales tiendas de conveniencia (peor si hay oferta) y también, hay que recordar que aquí existen familias con dinero de verdad que también cuentan en los macroindicadores.
“Es que el estudio lo hizo el Gobierno”, me dicen, y respondo; “lo hizo la ONU, con colaboración de SEDATU e INFONAVIT, pero no lo hicieron esas dependencias, sino expertos mundiales que trabajan para la ONU. Además, agrego, ni modo que Rosario Robles o el Pechyna (titulares de ambas dependencias) tengan intereses en Cajeme para otorgarle un lugar que no se merece…
El caso es que, los números del estudio son fríos. El caso es que, para muchos, la narrativa de cajemenses perdedores es necesaria para que nosotros mismos nos traguemos el cuento, agachemos la cabeza y digamos, ni pex, somos los Yaquis, los perdedores de los 80s y 90s en el béisbol y en todo, y la prueba es que, nos quitaron las tierras en el 76, el agua en el 2010 y un distrito electoral en el 2016 y nadie, o casi nadie, dijo nada, porque así nos dicen que somos; unos losers.
Y lo peor y triste de todo, es que nos la creemos.
Por eso yo, ahora mismo, digo que sí es cierto lo que dice la ONU porque, como dice Serrat, “Sería todo un detalle, todo un síntoma de urbanidad, que no perdiesen siempre los mismos y que heredasen los desheredados”



Gracias



domingo, 12 de marzo de 2017

Cócorit no se vende

 El día que cumplí 19 años, hace ya mucho de eso, nos cambiamos de casa desde Ciudad Obregón a Esperanza, Sonora. Unos días antes, mi padre había comprado la casa que hasta la fecha pertenece a la familia, argumentando que el terreno era enorme comparado con los de Obregón, que tenía árboles frutales y que mi madre sería feliz con eso y con sus flores.
Yo le dije: pues podríamos mejor haber comprado en Cócorit, a lo cual me respondió: “ahí, ni gasolinera hay”. Y era verdad, en lo que antes fue la cabecera municipal, había una bomba expendedora de combustible que con el tiempo cerraron, y si acaso el pueblo era memorable por la feria de San Juan y por los bailes en la plaza, pero hasta ahí.
En ese entonces, los terrenos de Esperanza eran muy baratos, pero los de Cócorit lo eran aún más.
Muchos de los habitantes originales, se mudaron a la ciudad por cuestiones de escuelas de los hijos, o por la comodidad de los servicios o porque, recordemos, en ese entonces solamente existía una calle pavimentada, la principal,  que daba vuelta alrededor de la plaza. Creo que un canal cruzaba algunas calles, con lo cual los mosquitos prácticamente te comían.
En el año 2010 busqué la manera de comprar una casa en Cócorit. En ese tiempo, algunos pocos habitantes de Ciudad Obregón había adquirido viejas casonas, y se escuchaba desde entonces que pronto se convertiría en Pueblo Mágico.
Entonces y a pesar de no tener aún la categoría, los habitantes del pueblo creyeron a píe juntillas que así sería y, por lo pronto, los precios de las casas y los terrenos se fueron por las nubes. En ocasiones (y aún ahora), las transacciones eran más caras por metro cuadrado que lo que sería adquirirlas en una de las colonias popoff de Ciudad Obregón.
En lo personal me tocó estar cerca de dos casas que quise comprar, sin suerte, allá por el año 2010. Una de ellas, primero la vendían en 1 millón y medio de pesos y la terminaron vendiendo en el triple a alguien cuya familia había residido ahí a mediados del siglo XX, y la otra, me la ganaron porque me faltaban unos cuantos miles de pesos que el banco no quiso prestarme, por carecer las calles de pavimento y sus reglas hipotecarías lo impedían.
En mi búsqueda, me topé con casos muy curiosos: En un terreno de 20 x 50 metros, había un cuartito a medio construir, y al llamar a su habitante (no tenía puerta, sino una cortina de tela que hacía las veces de), un tipo que a todas luces se veía prófugo de la talacha y el jabón, me dijo que quería un millón de pesos. Al preguntarle porqué esa cantidad, si el barrio era tenebroso y olvidado de los servicios públicos, me dijo que habían tomado esa decisión porque eran 10 hermanos y cada uno quería 100 mil pesos. Bendito Dios que no fueron 15, le dije, porque menos lo van a vender.
En la colonia el Zapatito, una señora planeaba vender justo después de divorciarse del marido: “Por favor no le vaya a decir nada, porque él aún no lo sabe”, me dijo. Entonces se puso a sacar cuentas alegres, no de lo que realmente valía su propiedad, sino de lo que necesitaba hacer con ese dinero para reconstruir su vida, incluida casa nueva en Obregón, un negocio de belleza y otro de comida.
-       No pues- le dije – usted quiere vender mucho más caro de lo que realmente vale su casa
-       No – me respondió – si ya pronto va a ser Pueblo Mágico y va a valer una fortuna, aprovecheeeeee!!!
Cuando fui Director de Cultura me avoqué a buscar la manera de que eso sucediera; que se convirtiera Cócorit en Pueblo Mágico. Un funcionario de la Secretaría de Turismo, me mostró los requisitos: El pueblo no tenía un hotel de ninguna estrella, no tenía restaurantes, las calles no cumplían los requisitos de adoquín, no había un aeropuerto a máximo 15 km de distancia y no recuerdo cuantas trabas más.
Además de eso, creo fue en el 2013 ó 2014, cuando se suspendieron los nombramientos de Pueblo Mágico, porque, las inversiones federales que se llevan esos pueblos como tales, ascienden a muchos miles de millones de pesos, en apoyos, infraestructura, promoción, servicios y demás, que los convierten en sitios turísticos donde acude mucha gente, pero el Gobierno federal quería ahorrarse esos pesos.
Hoy, volvieron a implementar el programa. Hay más de mil pueblos solicitando serlo. La semana pasada, Guaymas se sumó a los intentos; Cananea, cuna de la revolución, está muy adelantada para lograrlo.
En todos y cada uno de los mil pueblos, existen personas luchando codo a codo con las autoridades para lograrlo. Se hacen inversiones, se remoza la infraestructura urbana y se buscan recursos para darle una manota de tigre a las poblaciones, sabiendo que, de lograrlo, el caudal de inversiones federales se multiplicará, junto con las oportunidades.
Ah, pero en Cócorit las cosas no suceden de esa manera. Existe un grupo, que se opone a que la Plaza sea remozada, porque en el proyecto tirarían una escuela, misma que está justamente frente a otra, y la iniciativa privada está construyendo otra en una colonia donde es más necesaria, además, con muchas más ventajas para alumnos y maestros.
Ese es el pretexto que algunos pocos (muy pocos), mal informando a la sociedad, argumentando cuestiones xenofóbicas (ellos no nacieron aquí), utilizando a l@s niñ@s como escudo y pretexto (mismos que pronto deberán emigrar a otros lugares porque hoy por hoy, en Cócorit no existen oportunidades de educación de preparatoria hacía arriba y mucho menos empleo) y se autonombran “El Pueblo” y dicen que Pueblo manda.
En la semana, en unos cuantos de sus automóviles aparecieron con la leyenda de “Cócorit no se vende” y tienen razón, las propiedades solo las venden quienes así lo quieran, a buen precio pero, sin avances sustanciales en infraestructura, ni quien quiera comprarles.
Pensemos: ¿a quién le interesa que Cócorit no progrese y porqué causas? ¿Querrán entonces que como antes, quiten el pavimento de sus calles y esperemos a que a alguien se le ocurra, algún día, poner una horrorosa maquiladora para que los jóvenes tengan empleo? ¿o cómo?
Increíble el pensamiento retrógrado del caso de unos cuantos que cubren muy bien oscuros intereses.

Gracias



miércoles, 8 de marzo de 2017

Las eclécticas voces en Spray de Hugo Schwarzbeck



El arte urbano, cuyo precursor es el grafitti, fue la opción de los artistas sin nombre, aparecidos en la década de los 20s en Nueva York,  para mostrar su arte en cualquier muro, en trenes, espacios públicos o privados, acomodado a las intenciones de los artistas plásticos de mostrar su obra. 
Así, nace esta expresión con dos premisas fundamentales: democrática, pues al estar en la calle está al alcance de todos y dos, ilegal porque, para la gran demanda de los artistas para mostrarse, pocos eran los lugares donde “rayar” y por tanto lo hacían subrepticiamente, en las madrugadas, en equipos o solitarios, cuidándose siempre de la ley (autoridad) y su memorable carencia de sensibilidad.
Pero como sucede en el arte, la evolución es prioridad de crecimiento, y es entonces que a últimas fechas, como propuesta alternativa, regresa a los orígenes y recientemente los artistas plásticos del Street art, buscan las galerías para, en primer lugar, quitarle lo efímero a su propuesta, darle permanencia en espacio y tiempo y también, obviamente, vender obra y continuar produciendo en la subsistencia decorosa, algo ya difícil per ser en el oficio.
De esta manera, a Cajeme llega un joven artista urbano, originario de la región (o cuando menos su familia) y que regresa a mostrarnos su producción llamada Voice-Spray y hacerla accesible a quien desee adquirirla, porque, debo insistir, de exposiciones y aplausos no pueden vivir estos artistas.
Y, oh dios menor de los artistas, si a Cajeme, donde la obra se vende la mayoría de las veces acorde al color de los sillones o la alfombra, recibir un grito de libertad distinto es una bendición casi inmerecida. Y, si acostumbrados como estamos a la repetición de los esquemas que comercialmente venden, por parte de ciertos y cuales artistas, conocer y reconocer lo diferente, lo atrevido y libre, nos inclina (y tal vez obliga) a despertar
Hugo Schwarzbeck conocido como ASPIR (mote ASPIRacional),  presenta su obra en Ciudad Obregón, luego de hacerlo en muchas ciudades de Estados Unidos, Europa y, cómo no, también de México, misma que también, hay que decirlo, antes había expuesto en el mejor Museo de Sonora, el MUSAS con bastante aceptación.
Debo aclarar que mi curiosidad por  su obra, nació de un mural realizado en Hermosillo, del cual su coetánea, Romina Bécker me alertó: “Sigue sus pasos” me dijo y lo hice con mucho gusto, sorprendido por la mezcla postmodernista, donde los “retratos” entremezclados en trazos abstractos de gran fuerza y colores sorprendentes le dan una profundidad de impacto.
Sin embargo debo aclarar que, para mi gusto, en esta exposición su curador se olvidó de la coherencia en la narrativa temática y trataré de explicarme.
Llegué a la casa de la familia Bórquez Schwazberck donde instaló la obra, y como buen inexperto, intenté caminarla sin rumbo fijo, admirando sus cuadros a como iba avanzando. Pronto, alguien me instruyó: Tienes que empezar detrás de esa puerta, señalando un pasillo truncado, para luego seguir por la sala, luego el área del comedor, luego en el pasillo donde me encontraba en ese momento y al final, la obra expuesta en el patio y al aire libre, para que la entiendas, me recalcaron.
Perfecto, me dije, o quizá me predispuse: La obra tiene un hilo conductor.
De inicio observé dos cuadros: Arrogancia del Frijol e Intelectual, el primero acrílico y aerosol y el segundo mixto sobre tela, donde muestra un perro con lentes y en el otro un gato volador.
Luego, me topo con unas creativas sillas hechas precisamente con latas vacías de aerosol, que me parecieron sumamente originales.
Entonces, la secuencia se interrumpe con un cuadro completamente abstracto, “On fire” para luego cambiar a dos de los mejores y satíricos cuadros (ser irreverente es sine qua non condición del arte urbano), con obsession 1 y 2, donde muestra, aves en medio del paisajismo urbano de mallas antirrobos y postes telefónicos.

En Misterio de Trasmilenio, Hugo plasma a un artista urbano con el rostro oculto en las sombras del gorro de una chamarra y texteando en su celular y, de fondo una obra netamente de Street Art. No lo sé de cierto, pero, será acaso una manera de homenaje a Banksy, el artista trasmilenial de reconocida obra mundial pero del cual pocos conocen su rostro. Puede ser.
“Octupus”, mixto sobre papel Fabiano, me prendió: un pulpo abraza un corazón y, en su periferia corporal, ininteligibles letras que demuestra, para mi punto de vista, el corazón de la escritura, imbricada, dolorosa y profundamente tallada a la carrera luego de darle vueltas y giros en el razonamiento. ¿Estoy mal? No lo sé, pero en mi defensa debo aclarar que, el arte es eso, una interpretación desde tu propia cosmogonía y etnocentrismo, punto. El caso es que, como ocurre casi siempre en mi vida, el “vidamía”  o sea yo, lleguó tarde: obra vendida.
Luego espejos, grafitti  puro sobre lienzo, To the next, aerosol con acrílico y contra todos, una mezcla temática y ecléctica disociada del resto de la obra.
De pronto, una instalación: Fat Cap, que es su escalera, sus latas de aerosol, algo como una pashmina, una gorra y su maleta de artista. Excelente.
“En mi arte es absurdo”, gran formato mixto sobre tela, Dalí, supongo una de sus influencias, está presente donde el retrato es perfecto, aún cuando no encontré el pretexto de su imagen en el discurso. Habría que preguntarle al artista.
El amor filial es evidente en Manzano, retrato de Héctor Durón, su primo, con un excelente retrato mixed media en canvas, excelentemente logrado donde, para quienes conocemos a Hectorín, sabemos de esa expresión tan suya que Hugo captó a la perfección.
Luego, el eclecticismo total: en la mesa, dibujos seriales con distintas técnicas, desde la crayola, acrílico y ¿acuarela?, hasta llegar al lápiz o grafito, seriadas pero sin parecer series, lo cual pareciera muestrario de ideas en trazos pequeños de lo que pronto estará en algún muro.



Dos acuarelas tienen fuerza inusitada, a pesar del yermo blanco que domina el lienzo; “Hey you” y Penélope son sin duda de mis preferidas, aún cuando algunos pensarían que el lienzo domina en espacio sobre los colores. Cuestión de enfoques de vaso medio lleno o vacío.

¿Frida Khalo? Sin palabras, porque ella, se repitió a la nausea del infinito y entonces, una más, no me cuadra dentro de la obra. Sorry, estoy hasta el Keky de Frida y sus miles de imitadores
Otra de sus piezas muy bien logradas, es Wanderlust, Acrílico sobre madera, donde el hilo entretejido en un mapamundi vuela a mil suposiciones y conectividades.

En el patio, lugar donde las autoridades, Faustino Félix alcalde, Mario Welfo del ISC, Rubén Matiella de MUSAS, Martha Schwazberck de la fundación Bórquez Schwazberck, Balva de los mismos apellido de UNIFRAT (beneficiaria de un porcentaje de la obra vendida) y el propio artista, inauguraron la muestra, nos topamos con la exposición de 5 points NY, su Tag sellado en un muro de artificio, con sus atemorizantes vallas de navajas, y, colores brillantes de verdes, azules y rosas que firman, con perdón del pleonasmo, la alegre contundencia de este chamaco de 28 años, que tiene un esplendoroso camino por delante.

Si el curador quiso hacer un muestrario de técnicas y temáticas de Hugo, una especie de catálogo o recopilación de las capacidades del artista, bien por él aunque sorprenda la falta de hilación, empero, de cualquier manera, la obra de Schwazberck es digna de darle otra repasada, ahora en MUSOR a partir del 7 de marzo, porque este cajemense-sonorense-mundano, tiene futuro y es hoy, cuando podremos apreciarlo, ¿luego?, no sabemos hasta donde podrá llegar, porque alas, tiene y muchas.



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