Hace apenas unos años, en una plática, un
amigo de mis hijas se quejaba amargamente de que el equipo de sus amores, Los
Yaquis, en toda su vida (la de él), no habían ganado un campeonato de la Liga
Mexicana del Pacífico.
Yo, que suelo ser muy metiche, entré a la
conversación para decirle que, desde antes de que él naciera, finales de los
ochentas, nuestro equipo había ganado su último campeonato en 1981, si mal no
recuerdo y para esas fechas ya teníamos más de 20 años en la sequía. Uf, se
dijo así mismo como para sus adentros, “quiere decir que nunca vamos a ser
campeones”. Y así parecía.
Durante 26 años, Los Yaquis de Obregón a
lo más que llegaron, en el 2003, fue a segundo lugar detrás de Los Cañeros de
Los Mochis.
Sin embargo vinieron nuevos tiempos; del
2007 al 2013, Los Yaquis escribieron una historia maravillosa, ganando 4
campeonatos de liga y dos series del Caribe. Aclaración y mensaje para René
Arturo: Esperemos, por el bien de la afición, que para la siguiente temporada
recuperemos la racha ganadora.
Un amigo mío se quejaba esta misma
semana, diciendo que el trigo, principal cultivo del Valle del Yaqui, no tuvo
la suficiente exposición al frío en su ciclo y que por tal motivo quizá los
rendimientos por hectárea no sean satisfactorios. Me dice, que si bien le va,
apenas va a poder pagar sus créditos de avío. Oye, le pregunto, ¿Vas a regresar
tu pick up que recién sacaste de la agencia en diciembre pasado?, y entonces me
mira con ojos de “estásperosibienloco” y cuando le lanzó la siguiente pregunta;
¿entonces sus hijos dejarán de estudiar en el extranjero para regresar a
cualquiera de las 18 universidades que existen en Obregón?, y es cuando ya me
dice de plano con todas las letras que yo estoy pero si bien pen… tonto… Me no
entender.
Recién la ONU acaba de publicar un
estudio donde, de las ciudades mexicanas menores a 500 mil habitantes, la
nuestra es la que muestra mejores oportunidades de desarrollo, o en otras
palabras, es el lugar más próspero.
Yeah, me dije a mi mismo lleno de
satisfacción y orgullo, y, para luego es tarde, por todos los medios a mi
alcance lancé la buena nueva a mis conocidos y no tan conocidos vía redes
sociales.
Ufa compaaaaa…. Casi me linchan por mi
atrevimiento!!!
Digo, entiendo a los que, desde otras
ciudades del país y del estado, se carcajearon de mi noticia, pero, ¿porqué los
nuestros? Hubo uno que antes era de aquí del pueblo, pero tiene 20 años
viviendo en la capital sonorense, y que fue el primero que preguntó: ¿Y
Hermosillo en qué lugar está? Sabe, le respondí, es entre municipios menores de
500 mil habitantes y Hermosillo anda ya casi en el millón, entonces, sorry pero
no cuenta. ¿Okei?
Entonces y ante la andanada de burlas,
insultos, sarcasmos y demás, me chuté la totalidad del estudio en cuestión para
tener más argumentos para rebatir.
El estudio habla de oportunidades de
todos tipos, no nada más de baches y/o inseguridad, que es donde andamos muy
malitos.
Y veamos, si aquí existen 18 universidades,
es por algo, ¿no creen? Y vamos comparando con Hermosillo, que tiene, según
datos encontrados en Internet, 24 casas de estudios superiores cuyo alumnado
supera al cajemense en apenas un 22%, cuando, al ser el doble en población,
tendría que ser también en la misma proporción de matriculados, ¿No?
Claro está que es cierto que muchos de
los egresados aquí, apenas les da para poner un carro de tacos, pero sin
embargo el indicador de opciones de estudio no va más lejos en las mediciones,
sino, en economía formal.
Pero sucede que a pesar de los
lloriqueos, los de Cajeme seguimos yendo
a Tucsón en puente, tenemos (bueno, me excluyo) para comprar un carro de agencia,
además de ser un martirio esperar a que haya uno dispuesto de lo rápido que se venden
y, el alcohol en los fines de semana, se acaba en ciertas y tales tiendas de
conveniencia (peor si hay oferta) y también, hay que recordar que aquí existen
familias con dinero de verdad que también cuentan en los macroindicadores.
“Es que el estudio lo hizo el Gobierno”,
me dicen, y respondo; “lo hizo la ONU, con colaboración de SEDATU e INFONAVIT,
pero no lo hicieron esas dependencias, sino expertos mundiales que trabajan
para la ONU. Además, agrego, ni modo que Rosario Robles o el Pechyna (titulares
de ambas dependencias) tengan intereses en Cajeme para otorgarle un lugar que
no se merece…
El caso es que, los números del estudio
son fríos. El caso es que, para muchos, la narrativa de cajemenses perdedores
es necesaria para que nosotros mismos nos traguemos el cuento, agachemos la
cabeza y digamos, ni pex, somos los Yaquis, los perdedores de los 80s y 90s en
el béisbol y en todo, y la prueba es que, nos quitaron las tierras en el 76, el
agua en el 2010 y un distrito electoral en el 2016 y nadie, o casi nadie, dijo
nada, porque así nos dicen que somos; unos losers.
Y lo peor y triste de todo, es que nos la
creemos.
Por eso yo, ahora mismo, digo que sí es
cierto lo que dice la ONU porque, como dice Serrat, “Sería todo un detalle,
todo un síntoma de urbanidad, que no perdiesen siempre los mismos y que
heredasen los desheredados”
Gracias
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