Escribo desde la Ciudad de México, antes conocida como el
Distrito Federal.
Varios asuntos me trajeron aquí, entre ellos, el principal,
sobar la panza de mi amada Chef Renatta García, donde se alberga la que será,
mi nieta Marion, la cual vendrá a darme la segunda dicha de ser abuelo.
Viajé desde Hermosillo, porque, debido a que en la capital
de Sonora se concentran la mayoría de vuelos de Sonora (también eso, ¿eh?, por
lo cual las opciones de aerolíneas son mayores y por tanto más baratas.
Entré a la capital por un ruta alterna al aeropuerto, más
rápida, misma que desemboca en el Boulevard Quiroga, desde el viejo camino a
Real del Catorce. Lo asombroso es que, son varios kilómetros de un amplio
camino donde no existe nada. Pero bueno, lo mismo ocurría antes, allá por el
2004, con el Morelos, mismo que ahora está lleno de construcciones, comercios,
restaurantes y desarrollo urbano, donde antes era solo eso, un camino desolado.
Conducir en la ciudad de México sigue siendo un caos. Sábado
de procesiones a San Judas Tadeo, concierto de Paul McCartney, campeonato de
Fórmula Uno y hasta el juego de Cruz Azul, me mantienen manejado a la súper
defensiva.
Aquí, todo mundo trata de ganarle el paso a todo mundo y si
te descuidas, te joden.
Tengo un sobrino grandote, “El Pomo”, paciente y relajado,
al cual le sucedió una cosa chusca. Conducía su carro, yo de copiloto, y sin
querer le dio un besito a un taxi (un choquecito sin chiste, pues). El chófer
se bajó hecho un basilisco, y empezó a insultar al Pomo quien, con toda
tranquilidad, le decía que no pasaba nada, que ninguno de los dos autos sufrió
ni siquiera un rasguño. Pues ahí tienen que mi sobrino se bajó y yo, pensando
lo peor, le grité: “Shhhamaco, cálmate, no le hagas nada”… el taxista, al ver
el tamañito del “desenrrolado” Pomo, y al escuchar mi Sh y mi acento sonorense,
nos tendió la mano y nos dijo, yo conozco Sonora, es muy bonito… se dio media
vuelta, abordó su taxi y desapareció entre el tráfico. Así de histérica se pone
la gente en el antes D.F.
Andrés Manuel López Obrador anduvo en tierras Sonorenses.
Dijo, en Etchojoa
, que cuando sea presidente de México, mudará la SAGARPA a nuestra ciudad, en ese plan de descentralizar todas las Secretarías y dependencias gubernamentales para que la CD.MX no siga creciendo más. Plan viejo, inventado luego del fatal sismo del 85, y, a pesar que se decía lo mismo, solamente se movió el INEGI a Aguascalientes y creo, CONAPESCA a Mazatlán. El resto de las Secretarías siguen donde mismo y creciendo.
Cuando el Peje fue jefe en la Ciudad de México, inventó
carísimo paliativo para el tráfico; la construcción del famoso segundo piso. Es
decir, el absurdo, construyó más concreto para que más carros circularan, en
vez de fomentar uso de Servicio Público eficiente.
Después de eso, han insistido en vías rápidas (con casetas
de cobro incluidas), puentes elevados, paso deprimidos (sin agra), otros
segundos pisos y ya en el colmo, para que la gente que vive en Toluca vaya y
venga al DF a trabajar, están haciendo un súper tren de primer mundo. Aún así,
sigue el caos vial en la megalópolis, y pareciera ser competencia: EL Gobierno
construye más rutas alternas para aliviar el tráfico, y lo chilangos las llenan
de volada de más coches, mano… Juego de nunca acabar…
Además de eso, los CDmexiquenses, tiene fabuloso y barato
transporte del Metro, Metro bus, tranvías, uber, taxis, peseras y demás, para
moverse en su ciudad, de manera barata. El Metro, por ejemplo, cuesta 5 pesos.
No nos hagamos, el antiguo DF, está sobrepoblado, porque
durante años, y aún ahora, goza de privilegios en cuanto a presupuestos
gubernamentales. Esos presupuestos generan flujo de dinero, empleos, y se construyen
cines, museos, centros comerciales y también, un cinturón de miseria. Y lo
mismo, pero en pequeño, lo vemos en Sonora con Hermosillo.
Pensar que la gente que trabaja en las distintas Secretarías
instaladas en CD. MX. para venir a vivir a “provincia”, sería tanto como creer
que los chilangos abandonaran las comodidades y privilegios que el Gobierno les
construyó por años.
Y me imagino una reunión con los funcionarios de primer
nivel de SAGARPA.
Secretario: “Compañeros, ahora que al fin nos hizo justicia
la revolución y nuestro amado Peje al fin es presidente, cambiaremos la sede de
nuestra SAGARPA al campo de Ciudad Obregón, aplaudan”
Un Director: “Oiga jefazo, y, ¿dónde queda esa Ciudad?
Secretario: (le pregunta al asistente porque él ni sabe)… “Ah,
sí, en Sonora”… responde
Otro Director: ¿Y dónde queda Sonora?
Secretario: “mmmm, busquen en Google maps, no sean huevones…”
Otro Director: “Oiga jefito chulo, ¿cuántas orquestas
sinfónicas hay en Ciudad Obregón?”
Secretario: (pregunta de nuevo a su asistente)… “No hay
ninguna, pero me dicen que hay un mariachi fregón, Los Pajaritos”
Subsecretario: “Oiga patrón, ¿ya encontró casa para vivir
allá?
Secretario: “Cof cof… bueno, yo no me iré a Sonora, el
Presidente Peje me necesita aquí, cercano a él, para recibir mis consejos
diarios”
Entonces, un Godínez cualquiera lo ataja: “Señoj Secretario:
bataaallamos 18 años para que Andréj Manuel llegara a la prejidente… dejamos
nuestra tierra Tabasco, nos vinimos a la capital desde cuando que tomajmos
Reforma y ahoga, ¿usted quiere que nos vayamos de nuevo pa trás? Con todo
respeto, pero vaya usted y chin… (censurado)…
Así serán las cosas, puro cuento del Peje para que se
emocionen algunos incautos…
AJA…
Gracias
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