domingo, 15 de octubre de 2017

Los motociclistas no somos malos




En ocasiones quisiera viajar más tiempo en mi moto. El tiempo y las ocupaciones lo impiden, y si a ello le sumamos el infernal calor de estas sonorenses tierras, pues no puede uno rodar (viajar) tanto como quisiera.
Hace unos meses, en pleno calor, viajamos, dos decenas de motociclistas, a un evento en la fronteriza Ciudad de Agua Prieta.
Alguien tuvo la genial ocurrencia de salir desde Ciudad Obregón, a las 12 de medio día. Para cuando llegamos a Tesopaco, confieso que ya no quería rodar, sino buscar una sombrita para guarecerme del solazo. Pero le seguí.
Llegando a Sahuaripa, ni el agua helada del baño me quitaba el calor. Creo, me había cocinado por dentro.
Al día siguiente, hicimos una escala en la Cruz del Diablo, para luego enfilar a Moctezuma, Cumpas y Agua Prieta. En total, más de 700 kilómetros.
De regreso, nos informaron que un Doctor muy conocido en el mundo Biker, perdió la vida.
Hace unos días, un “periodista” navojoense, escribió un rosario de tontos prejuicios contra el evento motociclista que se celebró, precisamente, este fin de semana. Nos declaró violadores, sexosos, borrachos, drogadictos y que atropellábamos a quien se nos ponía por enfrente. Mentiras. Como toda actividad, gusto, deporte, negocio y así, existen personas de todas las calañas, de buenas a regulares y algunas malas, porque así es la condición humana.
Lo que no sabe este periodista, es que quienes disfrutamos de manejar motocicleta, debemos de ser muy cuidadosos. Mucho más precavidos que conducir un carro, porque, para muchas personas, una moto es como una bicicleta con motor, y para otros tantos, los vehículos de dos ruedas, deben de ser sumisos ante los de cuatro. Entonces nos cierran el paso, nos echan el carro encima y, en los altos de cortesía, esos de 4 esquinas, ni siquiera nos dan la oportunidad de circular cuando nos corresponde.
Viajé a Navojoa para estar presente en el evento. Mucha gente en Álamos, ruta tradicional alternativa, y muchas motos en el evento nocturno, justo enseguida del Estadio de Béisbol.
Pero saben qué? Ni una sola patrulla… nada…
Familias enteras van a ver las motos, cientos de ellas, y los niños y niñas se montan en ellas para la foto del recuerdo. Y es ahí, cuando un niño elije tu moto para tomarse una foto, donde te hinchas como pavorreal porque sabes, que tu moto es hermosa. Que es parte de ti, que debes de confiar en ella, que la debes hacer parte de tu cuerpo y que la adrenalina de manejarla, es un riesgo, sí, pero medido y apreciado, porque, ¿qué es la vida sino una constante superación de miedos y obstáculos hasta vencerlos?
Desafortunadamente, saliendo de Álamos, un compañero de Culiacán fue arrollado por un carro que invadió carril. La consecuencia fue fatal. Al pasar por ahí, el aire estaba enrarecido y los escapes de las motos, parecían pedir clemencia al cielo por el amigo caído.
¿porqué no ponen retenes con alcoholímetro de ida y vuelta? ¿cuánto vale una vida Presidente Vela?
Son cosas que entristecen y duelen, y uno pide, ruega, no ser el siguiente en la lamentable lista.
Quise quedarme en Navojoa para no regresar tarde, pero no había ya cuartos de hotel disponibles. En Huatabampo hay, me dijeron, pero pues para el caso es la misma distancia hasta Obregón y decidí regresarme. Antes, pasé por restaurantes, taquerías y carretas de venta de comida, y todas llenas. Digo, es un evento que inyecta flujo a la economía, por eso deberían también de apoyarlo. Algo de su parte debería de poner el Ayuntamiento.
Regresé de noche a mi casa. No encontré a nadie que me acompañara, pero, como suele pasar, encontré un grupo que lo hacía en la misma dirección y me acoplé. No los conocía, ni sabía de donde eran, solamente llegué, me les uní y participé en esa procesión donde unos a otros nos ayudamos a viajar, señalando peligros, baches y demás obstáculos en el camino.
Tomé el libramiento nuevo que nace desde el cerro de la Virgen hasta la carretera a hornos, ya en solitario.
A medio camino, un ave, no se de que tipo, chocó con mi brazo. Y entonces me vine preguntando, hasta llegar a Cócorit, que hubiese pasado si esa misma ave me hubiera pegado más arriba, en la cabeza por ejemplo. Un impacto de estos, puede moverte y sacarte de la carretera.
Disculpen que los haya molestado con mi perorata Biker, pero es que, a veces, sólo a veces, ser motociclista, mueve sentimientos, no nada más habilidades de equilibrio. Sean, por favor, ustedes conductores de otro tipo de vehículos, considerados con nostros.

Gracias



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