Paul Auster, el excelente escritor
estadounidense, hace algunos años, acudió a una radio Pública en su país.
Entiendo que pasaba por una crisis de esas cuando se alejan las musas, y se
sentía realmente agobiado. Quería escribir (como decía en un poema César
Vallejo), pero me sale espuma.
Entonces en ese programa de radio,
recibió varias llamadas del público, y algunos le contaron historias. Al
terminar la entrevista, fue invitado a tener un programa semanal en esa misma
señal, pero se negó.
Entiendo que al llegar a su casa, su
esposa (esos seres míticos que suelen tener razón sobre y más allá de nosotros,
sus maridos), le dijo que tomará el programa, pues, si historias eran las que
le faltaban para contar, pues de ahí se podría nutrir invitando a los
radioescuchas a enviarle historias escritas de su vida.
Le hizo caso, y pidió eso; que le
mandaran historias de sus vidas. Eligió algunas de ellas, las perfeccionó en la
redacción y compiló el libro llamado “Soñé que mi padre era Dios”, que es, a su
vez, el título de una de esas historias.
Vino Manlio Fabio Beltrones a Sonora.
Para muchos, muchísimos sonorenses, él representa la imagen viva de alguien
todopoderoso, algo así como un Dios. Bueno, también algunos lo consideran lo
contrario, pero esa es otra historia que no contaré aquí.
Y como lo amerita, fue recibido en todos
los espacios donde se permitió ir, a exponer su propuesta de Gobierno de
Coalición, pero también, obviamente, para platicar bien de su hija Sylvana,
quien estará sin duda en las boletas electorales del 2018.
El Señor, tiene méritos propios para ser
respetado o temido, pues, durante los 40 años en los que ha participado en la
política, ha viajado en todos los espectros que conforman ese quehacer, del
respeto al miedo, y la mayoría de las veces con acierto.
Pero a Beltrones no le fue tan bien como
quisiera, en la administración de Peña Nieto. Si bien es cierto que el
Ejecutivo Federal tuvo para con él bastante contacto y derecho de picaporte, lo
cierto es que para miembros del Gabinete, el sonorense era visto como una
amenaza para el 2018. Se dice entonces, que la única coincidencia entre Osorio
Chong y Luís Videgaray, fue su estrategia de obstaculizarlo y a veces, cuando
pudieron, meterle zancadilla. Y lo hicieron, olvidando que a él, le deben en
gran parte el éxito de las reformas que tarde o temprano, le darán
gobernabilidad y satisfactores de crecimiento a México, que acordó con Peña,
como jefe de los diputados, pero a estos, a los del gabinete, no les importó.
Y como mortal que es, Manlio vino a su
tierra, en un momento que debe de ser duro para él para sentirse apapachado,
cobijado y poderoso, tomar un aliento, y como el ave Fénix, reinventarse.
Beltrones sabe que no es Dios, pero,
quienes no lo saben o pretenden hacer creer al resto que es lo más cercano a
serlo, y son, precisamente, sus fieles seguidores y cercanos a él, quienes
parecieran querer hacer a un lado a todo aquél que no les siga el juego de la
adulación desmedida, olvidando que, para esa candidatura del Senado, no les
alcanza siendo solamente ellos, sino que necesitan de la mayoría. Y ahí juegan
todos, ¿eh?
Tuvo varias curiosas entrevistas con
periodistas, y la verdad, salvo la de Sergio Valle Padrés, no hubo mucho que
rescatarle. Yo no sé si alguien les dijo, o lo hicieron de muto propio, que
fueran blanditos con quien una de sus más grandes habilidades es precisamente
esa, saber declarar. Hubiera estado más chilo que le preguntaran fuerte, ¿qué
no?
Pero, mientras, Beltrones está en lo suyo
y se reinventa: se adhiera, seduce, conquista a los opositores y ya lo vimos,
con Diego Fernández de Ceballos, con Cárdenas, con el perredista Aureoles y con
muchos otros interlocutores que aprecian y apruebas la idea de que, quien gane
las elecciones, ni gana ni pierde todo. El problema de esta propuesta es que,
en un mundo político tan vertical como lo es el mexicano, quien gana lo quiere
todo y aún más, tal y como pasa ahora con Peña, cuando quiere dejar sustituto
que lo perpetúe.
Manlio, a pesar de ser un político como
pocos, con una inteligencia privilegiada, entiende que de momento debe aguardar
y buscar su bandera. Tiene cierto que el poder, hoy, lo tiene el Presidente
Peña y su grupo, entonces tiene que esperar (ya lo hizo en tiempos de Zedillo),
porque en juego está también la candidatura al Senado de la niña de sus ojos. Y
como dijo, no es rencoroso, pero tiene buena memoria. Esperaremos pues a ver
como se reinventa, luego que se defina el 2018 y yo pienso que algunos,
deberían de estar preocupados.
Terencio
Valenzuela
El
dueño de la pegajosa y longeva tonada comercial que dice “calentadores de leña
y de gas…”, don Terencio Valenzuela, es un hombre bueno, forjado desde la baja
sierra sonorense hasta llegar al Valle y crear, un buen y productivo negocio.
Pues resulta que don Plomosa, ahora anda
en campaña como candidato independiente. Yo la verdad no sé que le depare el
destino, supongo que le irá bien, porque no es un candidato (como muchos otros)
que ande en busca del reconocimiento (esa necesidad que todo obnubila y
desproporciona), porque a su edad y con su trayectoria ya lo tiene, por lo que,
puede ser que sus motivos sean, cambiar desde adentro un sistema corrupto que
permitió, en cierto sentido, le quitaran un hijo. Difícil proeza, sin duda,
luchar en la cámara contra algo que está corrompido desde la base.
Mientras, está siendo observado, como si
fuera un laboratorio Federal, para buscar duplicar en lo local. El problema
sería entonces, con quien haría la campaña en todo el municipio, como lo hacen
empatados, el candidato a alcalde y el diputado federal. Si dadas las
circunstancias se anima Rodrigo Bours, será interesante ver como se siguen el
paso, tan distinto de ambos.
Gracias
Y ahora, qué mosca te picó? no te acuerdas que Manlio fue quien le dio el dinero a Padrés para construir el acueducto Independencia? o ya te llegaron al precio como al Roger, Balta Perales, Juan Leyva y demás? Chale contigo, muchas flores para el Manlio... de a cuánto fue el chayotaso?
ResponderEliminaruy, yo pense que fue Calderon quien se brinco las trancas, como lo dijo el Idiota Valiente. hay que tener buena memoria
EliminarNo me gusta el tono que usa para referirse al licenciado Beltrones que tanto le ha dado a Sonora. Deberian ustedes hacerle un reconosimiento sobre todo los del sur de Sonora
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