domingo, 9 de julio de 2017

De Basket y violencia en Cajeme



El Rafa Lira me dijo: “Te invito a un juego de Basketball, para que veas como los Halcones de Obregón, van rumbo a ser campeones de la Liga”. Me regaló cuatro boletos y de ahí en delante, tanto en las semifinales como las finales, no me he perdido un solo juego de este bien llamado Deporte Ráfaga. Claro, ahora los boletos me cuestan, jejeje… nada más me dieron a probar para que la mordiera y como cochi. En fin.

De este deporte, apenas sé lo básico, pero, con el poquito sentido común que tengo, entiendo que este lunes los Halcones se pueden coronar en el sexto juego a realizarse en Hermosillo, contra los Rayos de por allá. Además y ante tantas malas noticias, que un representativo de Cajeme logre el triunfo, es como para tirar cuetes al cielo.

Pero, bueno, regresando a los Halcones,  tienen en su roster,  dos jugadores fuera de serie, Glenn Rice Jr  y el centro-poste, Michael Glover.
Rice, número 41, jugó antes en NBA pero al parecer problemas de disciplina lo obligaron a salir de su equipo y buscar fortuna en equipos menores, tanto de USA como en este caso, en la CIBACOPA mexicana.

El caso es que, cuando Rice Jr y Glover vienen inspirados, los Halcones ganan con relativa facilidad. 
Empero, cuando no traen “ganitas” o la brújula cambiada, el equipo se desdibuja completamente y pierden, como lo hicieron en los primeros dos partidos, el tercero y el cuarto, que disputaron en Obregón.

Pero resulta que el quinto juego, lo ganaron también muy a pesar de ambos jugadores, y me explico.
Glover tiró y tiró al aro y muchas fueron las veces que no atinó, hasta que, enojado, tuvo un connato de pleito con un jugador de Hermosillo donde ambos fueron expulsados. Al salir rumbo a los vestidores, aventó su toalla a “alguien” del público desquitando el coraje de ser, culpable de su mala actuación.

Por su parte, Rice Jr., a pesar de que al final del juego se convirtió en factótum del triunfo, durante todo el juego quiso hacer lo puro que le dio la gana sin tomar en cuenta a nadie y por lo mismo el partido se complicó. Hubo un momento en que se pinta de cuerpo entero. Salió del juego y para reingresar, él mismo acudió con los árbitros auxiliares a anunciarles su reingreso, cuando debe de ser esto, oficio y acción del cuerpo de entrenadores.

Pero no, pasa que Rice Jr. y Glover, son hombres orquesta que pretenden “cargar” sobre sus hombros al equipo, y qué bueno, porque normalmente lo logran al ser extraordinarios jugadores, pero, ¿qué pasa si se lastiman?, ¿qué pasa si ese día, el del juego más importante de la temporada,  enferman?, o simplemente, ¿qué pasa si no vienen en su día? Pues pasa que, el equipo pierde. Por eso el juego de Basket ball, es una competición de conjunto, donde sí, debe existir liderazgos, pero todos deben de jugar para todos.

Hoy lunes juegan, el sexto juego. Si ganan, serán campeones, si pierden, aún les queda el séptimo juego el martes.

Ojalá ambos jugadores vengan en su día porque, pretender que ahora empezarán a jugar en equipo, pues como que está en chino.

Y lo anterior lo reflexiono desde mi título de observador obsesivo de los deportes, pero, también, lo pienso y razono con lo que pasa en nuestra Ciudad Obregón, donde pocos pero muy insistentes y virulentos, atacan a las autoridades municipales recriminándoles el clima de inseguridad que, sin poder ocultarlo, estamos viviendo a diario.

Y ellos traen “cocido” al alcalde Félix Chávez, como si fuera el único culpable de lo que lamentablemente ocurre con esta escalada de violencia, y no pensamos que el problema es generalizado y tiene muchas aristas desde donde podemos analizarlo y tal vez, hasta aportar soluciones.

No es Faustino (parafraseando) al equipo de Basket, un Rice Jr. o Glover, que con una barita mágica va a resolver la problemática, sino que el señor tiene pidiendo que le envíen la gendarmería Federal desde hace meses y nada. Lo que se necesita en Cajeme, es una resolución en equipo.

Por ejemplo, en redes apareció un argumento de Fernando Valenzuela, hijo del ex alcalde Sóstenes, donde pide a la ciudadanía que también haga su parte. Lo replicó el Panista Marcelino Pérez Arenas y se los quisieron comer. Señor@s, no la chinguen, el problema de inseguridad es tan serio, que casi tod@s tenemos parte de culpa, pero también de la solución y politizando el tema, no avanzaremos.

Ah, ¿No me creen?
¿Qué tal el tío o la tía o la madre o el padre que está feliz porque su hijo o hija trae carrazo, viste con ropa de marca, bebe como rey, gasta como potentado y todo sale de la noche a la mañana sin que nadie se explique de dónde?
Y seguimos con los tiradores de droga que abundan, los que escuchan música de apología al delito donde se forman mentalmente niños y niñas con intenciones de triunfar por la vía rápida de la vida, aunque el final sea la muerte y así, más y más consecuencias lógicas del trastrocamiento y olvido de valores, ante el avance de la “cosificación” (conseguir cosas a cualquier costo).

Revisemos, aportemos, reclamemos, protestemos, pero también, pongamos orden en nuestro entorno porque, nadie debemos ser Rice Jr. o Glover y tratar de vivir un mundo individual, olvidando lo colectivo.

Gracias





Gracias


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