Antonio Lozano Gracia tiene muchos
privilegios, entre ellos, Guadalupe Pineda, su esposa, puede cantarle al oído
cuantas veces quiera o se pongan de acuerdo. Supongo.
Pero también en su historia, tiene
privilegios oscuros y muy chuscos. Fue nombrado Procurador General de la
República por el Presidente Zedillo, se dice fue, como un pago de favores
recibidos por el PRI de parte de Diego Fernández de Ceballos, su socio, quien,
como candidato del PAN a la Presidencia de la República, participó en el primer
debate televisado en el país, donde pasó por encima del propio Zedillo y
también, estuvo mejor que el candidato del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas. Luego de
esto, desapareció y su campaña se vino abajo.
Dicen, a mi que me esculquen, lo convencieron de que el PAN no estaba
preparado para gobernar al país y también dicen, yo no lo sé, le dieron una
lanita y le prometieron que si ganaba Zedillo, le otorgarían canonjías
inimaginables.
Bueno, pues ahí tienen el fondo del
nombramiento de Lozano Gracia, socio en el despacho divino de el Jefe Diego.
¿Recuerdan que en ese tiempo mataron a
Luis Donaldo Colosio y a Francisco Ruíz Massieu? Bueno, pues a Lozano Gracia le
tocó investigar esos asesinatos, y para ello nombró Fiscal Especial a Pablo
Chapa Bezanilla un abogado, socio menor de ese despacho.
La historia es para carcajearse: Chapa
contrató a una vidente apodada La Paca, la cual supuestamente tuvo visiones de
dónde se encontraba la osamenta del principal sospechoso del asesinato de Ruíz
Massieu, un diputado apellidado Muñoz Rocha.
Pues ahí tienen a los policías
ministeriales, escarbando como topos donde la señora Paca les indicaba.
Obviamente, no hubo resultados positivos, puro pan y circo.
Ah, pero no solamente se le recuerda a
este señor por llevar una investigación al ridículo, sino también, por hacer
buenos negocios contra el propio Gobierno.
Jugos del Valle, los contrató para
pelearle a Hacienda la devolución de casi 2 mil millones de aquellos pesos de impuestos.
Tiempo después, el mismo despacho
divino le ganó a la Secretaría de la Reforma Agraria un juicio para resarcir de
24 hectáreas urbanas, expropiadas a la familia Ramos Millán con lo cual se
embucharon mil 250 millones de pesos. ¿Cuánto era esto? Casi el doble del
presupuesto anual de esa Secretaría.
¿Quién se encarga, como abogado de la
nación, de defender al Estado Federal? Obvio, el Procurador, y ese era Lozano
Gracia y su socios del despacho, tenían información privilegiada.
Cuando inició el pleito del No al
Novillo, a alguien se le ocurrió acudir a este mismo despacho para iniciar la
defensa del agua. Cínicamente, lejos de ofrecer una defensa justa, los de este
despacho divino ofrecieron “transar” con el Gobierno de Padrés y llegar a un
acuerdo. O sea, de nuevo, juez y parte.
Lozano Gracia estuvo en radio nacional,
con Ciro Gómez Leyva. Estoy casi absolutamente seguro que antes de esa
entrevista, se bebió un cafecito (con alguna pócima mágica), para declarar que
“Guillermo Padrés está completamente limpio”. Ajá.
Además, declaró que los ranchos apenas
valen 37 millones de pesos y que la famosa presa fue construida hace 50 años.
¡No pos wao!
Lozano Gracia y su despacho no cobran
barato. Son carísimos. Y, en la contratación de Padrés, se lleva la penitencia:
¿De dónde demonios van a salir los millones de pesos que cobrará el despacho
divino? ¡Bingo!, le atinamos, del dinero que los Padrés le esquilmaron a tod@s
l@s sonorenses. ¿De dónde más?
Gracias
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