domingo, 11 de junio de 2017

Y después de… el 2018

Hace unos días, el miércoles anterior, concluyó el proceso electoral en cuatro estados Mexicanos. No quiere decir que hasta ahí haya terminado la bronca, porque al parecer, el PAN reclamará en Coahuila y MORENA en el Estado de México, ante lo que llaman un proceso confuso y presuntamente ilegal. Si por la víspera se saca el día, podemos decir que en el norteño estado metió los kilos al asador el Gobernador Moreira para salvar su sexenio y salvarse el mismo, mediante la continuidad que es, sin duda, una balsa en su desaseado actuar público en los seis años que le tocó gobernar. Mientras, en el Estado de México, aún cuando el Gobernador actual Eruviel Avila metió las manos en la elección, evidentemente fue el Presidente Peña Nieto quien trabajó como coordinador de campaña de su primo Del Mazo. Por su parte en ese mismo Estado, el Presidente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, no solamente fungió como jefe de campaña, sino que fue, una especie de candidato alternativo, buscando a toda costa que ganará la maestra Delfina Gómez, quien parecía, con mucho respeto, solo una marioneta del tabasqueño. Nayarit donde se jugaba la gubernatura, no fue problema para la coalición PAN-PRD, como tampoco lo fue en más de 100 alcaldías en Veracruz votadas bajo las mismas siglas. Empero las lecciones, con vistas al 2018, cuando se dirime la Presidencia de la República, las dos cámaras federales y varias gubernaturas, son muchas. De inicio, el PRI sudó la gota gorda para sacar, tinto en sangre, los Estados de México y Coahuila. En el de México, apenas triunfó con los votos del Partido Verde y los de Encuentro social, quienes al final aportaron los casi tres puntos de diferencia con los cuales ganó Del Mazo. El PRI, tendrá que hacer algo en este período que resta para las elecciones del 2018, si acaso quiere ser competitivo. Nadie puede negar que los puntos de este partido y de su Presidente Peña Nieto, han estado completamente a la baja desde hace tiempo. Pero ello, ese algo que tengan que hacer, debe de ser a través de un cambio profundo y no solo de maquillaje, porque seguramente no les alcanzará su maquinaria para salir avante en las siguientes elecciones como casi no lo hacían este junio del 2017. Y es que mire, en su principal bastión, el Estado de México, perdió 30 puntos en las preferencias electorales de hace 6 años a la fecha, y lo mismo sucedió en el resto de los Estados. Si no hay un cambio, urgente y profundo, estará en problemas. MORENA tiene la capacidad de que su líder, López Obrador, se da balazos solito en el píe y por errores de cálculo o soberbia, pierde elección tras elección. Sí, es verdad que ahora tuvieron muchos votos en el Estado de México, pero, no les alcanzó para un triunfo inobjetable y el segundo lugar será siempre, el primer perdedor, ¿no? Pero hubo un ingrediente en estas elecciones que suena interesante: se rompió el paradigma de que López es indestructible; pues no, no lo fue tanto, los golpes asestados a sus colaboradores cercanos, acusados de corrupción, le pegaron de lleno en la línea de flotación y muchos de los votos que eran para Delfina, migraron hacía Juan Zepeda, del PRD, quien obtuvo casi 18% de las votaciones. Claro que en MORENA vieron venir ésta caída, pero, lejos de pactar con los amarillos, AMLO les dio hasta 5 ultimátum (el último del ultimo ultimátum, ¿Eh?), no queriendo llegar a un acuerdo, sino exigiendo con soberbia la sumisión amarilla, cuando antes de iniciar la elección, los había insultado asegurando que le hacían la chamba a la mafia del poder, es decir el PRIAN. ¿Qué hubiera pasado si con mucha humildad, se sientan y platican sobre un gobierno de izquierda y de coalición entre ambos? Yo honestamente pienso que de haberlo hecho, el PRI estaría hoy llorando una derrota. Pero esa soberbia mesiánica de López, le ha costado ya el 2006, el 2012 y ahora el 20017. ¿Le irá ocurrir igual en el 2018? ¿Y en el PAN? Bueno, contrario a lo que pasó en el 2016, cuando arrasaron en las elecciones en 7 gubernaturas, ahora ganaron el pequeño estado de Nayarit y la mayoría de las alcaldías en Veracruz, junto con el PRD, pero cayeron a un estrepitoso cuarto lugar en el Estado de México, con lo cual, se pusieron a peso el kilo de… bueno, de eso. Margarita vs Anaya, Moreno Valle contra todos y Josefina, pobre, se fue a llorar en un rinconcito pues lo suyo, lo suyo, no es estar en boletas electorales. Vendrán cosas interesantes. Tal vez asombrosas. Una izquierda unida, puede ser, si se ponen de acuerdo y se olvidan de sus pleitos. O también, todos los partidos en contra del PRI con lo cual lo aniquilarían. Pero también existe la posibilidad, que tal vez, solo tal vez, el PRI vaya coligado con un partido más o menos de peso, como el PAN o el PRD (que le aportaría unos 15 puntos de los votos totales, sumados a loas 25% de su voto duro), con lo cual, aseguraría el triunfo. Porque, ¿saben qué? En la guerra y en el amor todo se vale… y después del amor, pues, más amor… Solo es cuestión de esperar, observar, analizar y escribir. Ricardo Bours Me llegó como cien veces una entrevista en vídeo que el periodista Rafael Hernández le hace a Ricardo Bours, donde el ex alcalde Cajeme asegura que está listo para ser candidato a Gobernador, ya sea en el 2021 o en el 2027. No trae prisa, pues, mide sus tiempos y sus circunstancias. En la entrevista, Ricardo se ufana orgulloso de su administración municipal y la pone como ejemplo. ¿Qué puedo decir? Que sí, que estoy orgulloso de haber participado en ella. Gracias http://beckergarcia.blogspot.mx/ https://www.facebook.com/beckerg https://twitter.com/beckerg123

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