Lo conocí en la cámara de Diputados. Un
amigo diputado me dijo: “Luís Videgaray es el que mueve todos los presupuestos
del Congreso, si quieres recursos, él los asigna”
Me dijeron que su oficina era la más
grande de todas, y, que a la misma acudían todos los diputados de todos los
partidos, a cabildear los presupuestos.
Estábamos en la cafetería del Congreso,
cuando el famoso diputado llegó: Me lo presentaron, me extendió la mano y sin
mirarme ni a la cara, menos a los ojos, habló con mi amigo y estoy seguro que
no escuchó mi nombre, ni tampoco le interesaba saberlo. Es decir, sangrón y lo
que sigue.
Tú amigo, le dije al diputado que me lo
presentó, es de un mamón subido, se cree la última soda helada del desierto.
Entonces él, sonriendo, me dijo: “es que lo es; todos los presupuestos pasan
por sus manos” ah, bueno…. Entonces tiene derecho… jajaja.
Dice Wikipedia que Videgaray nació en el
Distrito Federal (pista número uno), estudió en el ITAM donde estudian ahora
los fresones (pista número dos), hizo un doctorado en el Tecnológico de
Masachussets el MIT (pista número 3) y además, trabajó con Pedro Aspe Armella
en PROTEGO (pista número 4).
Ah, con razón el señor es como es, pues.
En los inicios del siglo XX, allá por la
segunda década, Estados Unidos había confabulado con Huerta para matar a
Francisco I. Madero, porque ya no podrían, como con Porfirio Díaz, influir
abiertamente en su gobierno. Ellos, los norteamericanos, estuvieron detrás de
la decena trágica que como colofón tuvo la muerte de Madero y de su
Vicepresidente Pino Suárez.
Unos años después de esto, ahora con
Venustiano Carranza como Presidente, Robert Lansing, Secretario de Estado del
presidente gringo Woodrow Wilson, escribió lo siguiente:
“México es un país
extraordinario, fácil de dominar porque basta con controlar un sólo hombre: al
presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia a un
ciudadano americano ya que esto llevaría otra vez a la guerra.
La solución necesita más tiempo:
debemos abrir a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras
universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en
nuestros valores y el respeto al liderazgo de Estados Unidos.
Con el tiempo esos jóvenes
llegarán a ocupar cargos importantes, finalmente se adueñarán de la
presidencia; entonces, sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o
dispare un tiro, harán lo que queramos.
Y lo harán mejor y más
radicalmente que nosotros”
¿Kiubo? Videgaray
es hoy el Secretario de Relaciones de México. No tiene otro mérito, que haber
sido quien invitó a Donald Trump a México en plena campaña, con lo cual provocó
el enojo de no pocos norteamericanos, y para nosotros, los mexicanos, fue un
error garrafal.
Pues resulta que para él no, porque supongo fue con su amigote
Peña Nieto y le dijo: “wey, el único que tiene entrada con Donald, soy yo,
porque su yerno, el tal Jared, es mi compa”
Y el presidente, tan como es, le dijo: “tienes razón Luisito” y
pues lo hizo Secretario de Relaciones Exteriores y llegando, llegando, cometió
el primer dislate (iba a poner pendejada, pero, pues, tal vez ofendo a alguien
que me lea y mejor me abstuve), aceptando que él, de Relaciones Exteriores,
solamente sabe que ahí tiene que tramitar su pasaporte.
Pues ahí tienen que, en estas dos pasadas semanas, el tal Trump
le ha pegado dos mega chamaqueadas al muchachito Videgaray, filtrando
información de cómo no está dispuesto a bajarle el tono a su verborrea contra
México, porque no está dispuesto a hacerlo (porque no le da la gana) y, se
carcajea del muchacho Videgaray.
Por mientras, él, Videgaray, cree que en realidad le está
haciendo un favor a su país: y yo también lo creo; al país donde estudió su
doctorado, es decir USA, y con ello las palabras del Secretario Lansing, toman
un verdadero significado: “Con el tiempo esos muchachos llegarán a cargos
importantes…. Entonces, sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o
dispare un tiro, harán lo que queramos”….
Thank you…
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