martes, 15 de noviembre de 2016

La entrega de Padrés y el negro del Whatsapp… Segunda parte



A Guillermo Padrés no lo calentaba ni el sol. No sabía lo que ocurrió, porque el abogado Lozano (des) Gracia le aseguró que no pisaría la cárcel y ahí estaba, con su cara de whathefuck (fue la única frase en inglés que aprendió de morrito en el internado Santa Fé),  volteando para todos lados, esperando que alguien le diera una explicación.

Al llegar Toño Lozano a su lado, le explica: “Lo que pasa es que nosotros traíamos un amparo para los delitos de defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, con lo cual saldrían en joda, en dos horas, pero estos nos sacaron otra acusación de delincuencia organizada y con esa, pues no puedes salir Memo… nos brincaron adelante”
Padrés se rasca la cabeza y confiensa no entender.
-       Pero si tú me aseguraste que me iría en mi propia camioneta Porsche Cayene de regreso a mi departamento en máximo dos horas… Y pregunta: ¿A propósito, dónde está mi camioneta?
-       Ehhh… mmmm… fíjate que está chida la camioneta y pues, la vamos a usar en el despacho a cuenta de honorarios mientras sales de aquí
-       ¿Cómo que a cuenta de honorarios? No me tsingues, si ya te he dado un dineral… además, ¿Pues cuánto tiempo calculas que voy a durar encerrado?
-       Pronto Memo.. muy pronto vas a salir… te lo aseguro…
-       ¿Entonces pronto saldré de aquí para irme a mi casa? Pregunta Padrés ya con una medio sonrisa
-       Nop… saldrás de este reclusorio, pero para irte al otro, al Oriente…

En eso están cuando llega otro de los abogados del prestigiado despacho, conocido ahora, como el despacho defensor de exgobernadores corruptos (defienden también a Javier Duarte) y algo le dice al oído… Entonces Lozano voltea a mirar de frente al Ex Gobernador de Sonora
-       Memo, tenemos tres noticias, dos buenas y una mala, ¿cuales quieres escuchar primero?
-       Pues, pues, primero las buenas y luego pues la mala…
-       La primera buena es que no van a detener a tu esposa ni a tu hija, y tampoco por lo pronto a tu carnal Miguel, “el rico de la familia” porque lo tenemos también bien escondido… esas son las buenas
-       ¿Y la mala? – pregunta Memocho con los ojos ya casi a punto del llanto
-       La mala es que aquí mismo agarraron a tu hijo Memito acusado por lo mismo que a ti, pero se lo llevaron a Almoloya
-       No me jodas Toño, en eso no quedamos…. Gasto mucho dinero para que me salgas con tus pendejadas…
-       Pues si Memo, pero la cosa se complicó y me fallaron mis contactos en la PGR pues…

En ese momento llegan dos guardias que parecen jugadores de futbol americano, y le anticipan a Padrés que lo tienen que pasar a revisión médica, darle un baño contra los piojos y vestirlo como se merece… ¿Cómo me merezco?, pregunta… Con un pantalón y camisa caqui de preso, le responden.

Antes de que se lo lleven, pide hablar con Lozano des (Gracia) en privado.
Y le cuenta, le pregunta, con las palabras atragantadas…
“Oye Toño, pues ya no dio resultado eso de que iba a salir en friega, pero estos batos me van a seguir topando y acusando… recuerda que tengo otras “cositas”, como la ilegal tortura de Gisela Peraza; que me hice loco con las ordenes de suspensión de la construcción del acueducto Independencia; que me clavé los fondos de pensiones del ISSSTESON, con el encarcelamiento ilegal de Yaquis; con la compra de caballos de cientos de miles de dólares que importaba como burros de 200 dólares, y todavía no saben que compré medio San Carlos, dos ranchos más, las miles de hectáreas de nogal y que se nos chispotearon cuatro líderes del transporte que mataron en Víva y que... ay no, tapa todo eso, si no voy a salir viejito…. Y sin dinero…”
“Ya cálmate, le interrumpe Lozano, vamos por partes, poco  a poco y hasta donde te alcance el dinero para defenderte. Lo primero es eso, que te alcance el dinero para defenderte…”
Antes de que se lo lleven a fichar y a bañar, Padrés solicita libros de derecho para leer mientras esté en la cárcel
-       Libros de derecho – Pregunta Lozano (des) Gracia – pero si tu eres abogado, ya sabes como masca la iguana
-       No pues el título me lo regalaron en la Universidad de Hermosillo… lo compramos al dos por uno; uno para Sebastian Sotomayor para hacerlo presidente del Supremo Tribunal, y otro para mí, para que me dijeran licenciado Padrés, porque todos me dicen Memochooooo…
-       Ahhh… ok ok ok… yo pensé que sí habías estudiado… pero, dime, ¿para qué quieres esos libros?
-       Pues al paso que vamos, me voy a tener que defender yo solito…

Padrés camina escoltado por los guardias que parecen, más bien, luchadores profesionales, por un largo pasillo… Se ve chiquito, arrastrando los píes, con la cabeza gacha y rascándose la nuca, como hacen lo que no saben que diablos está pasando. Entonces, como que recuerda algo y voltea a buscar a su abogado al que le grita. “Oye, Toño, no seas gacho… mándame por favor un porrón de vaselina”… (la verdad es que no sabemos como para que la quiere)

Nota del columnista: Entiendo que en la desgracia ajena, uno no debe mofarse ni ufanarse. Sin embargo, en este caso, Guillermo Padrés hizo tanto daño a tantos Sonorenses, nos faltó al respeto una y otra vez, se mofó de todos y no le importó que la sociedad agraviada le reclamaba un día sí y otro también, dejó las arcas vacías del estado, provocó caos y desesperanza en las inversiones de varias regiones como Cajeme, con lo cual se desató una ola de violencia, que la verdad, ojalá Dios le de su merecido, por ojete.

Saludos



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