domingo, 28 de agosto de 2016

El Juan Gabriel que nos merecemos



Hace unas semanas, a lo sumo dos meses, leí una nota roja donde decían que, en un colonia de Ciudad Obregón, habían asesinado, al estilo de los narcos, al gran compositor Sergio Mercado, de apenas 23 años.
Obviamente y para mí, un inexperto en materia de música grupera, no sabía de quien me estaban hablando. Revisé entonces el internet, para descubrir que, uno de sus éxitos escritos, cantados por un tal Ariel Camacho, tenía visitas en Youtube por el orden de los 27 millones de clicks, y, en alguna otra, casi los 100 millones.

Para poner en perspectiva las cosas en cuestiones de música al alcance del pueblo, les diré que la legendaria banda Pink Floyd, conocida y adorada en todo el mundo, tiene canciones en esa misma red social, mucho menores a esos números y, en algunos pocos casos, equiparables a tantos millones. Lo mismo ocurre con el más grande cantante mexicano de todos los tiempos, Placido Domingo.
Momento; no es mi intención pontificar a youtube como el medidor de talentos y de gustos, sino, solamente quiero establecer parámetros de aceptación.

Ayer murió Juan Gabriel, el hoy por hoy más reconocido canta autor mexicano, quien arrastraba multitudes. Sin embargo, en youtube, sus visitas eran equiparables a las del para mí desconocido Ariel Camacho. Ni más, ni menos, porque para todo existen gustos o disgustos.
Juan Gabriel irrumpió en el mundo del espectáculo, gracias a un éxito fácilote de allá por los años setentas, titulado, No tengo dinero. Contrario a los cánones de la composición, la letra termina en verbos, con frases comunes que cualquiera puede entender y, debido a un estribillo repetitivo, sencilla de memorizar. Leamos: “No tengo dinero, ni nada que DAR, lo único que tengo es amor para AMAR, si así tú me quieres te puedo QUERER, pero si no puedes, ni modo que HACER”. Escribir así, es parecido a los poemas de los chicos de secundaria, que tienen un vocabulario limitado y por tanto, un pensamiento ídem.

Alberto Aguilera Valadez, alias Juan Gabriel, repitió entonces su fórmula mágica de letras y estribillos sencillos, hasta convertirse en el ídolo fácil de digerir para un pueblo como el nuestro, de muy poco pensar y fugitivo del compromiso de echar a volar el entendimiento de cuestiones complicadas.
Juan Gabriel fue, algo así como lo que fue el PRI durante muchos años; ahí estaba, tenía su torta y su soda, daba 100 pesos por el voto y, marginalmente, a veces construía alguna obra en beneficio de mi comunidad cercana. Entonces y durante 70 años, los mexicanos no se complicaron la existencia pensando en que, después del tricolor, pudiese existir un mundo mejor. Para qué meternos en vericuetos de Fernando Delgadillo y sus complicadas letras, si JuanGa nos da todo; nota, show, espectáculo y vida, regurgitado como alimentan las águilas a sus aguiluchos.
Lo que si se le debe de reconocer al Divo de Juárez, es que luchó (no sé con qué artificios) por sobrevivir en un mundo duro y machista de aquel al que José Alfredo Jiménez nos tenía acostumbrado.

Huérfano de padre, abandonado por la madre, recluido en un hospicio de donde escapó, se abrió paso en la frontera de Juárez con el nombre de Adán Luna. Fue hecho preso por robo en la Ciudad de México y purgó 18 meses de prisión, de donde salió con la firme convicción de abrirse paso a como diera lugar en el mundo del espectáculo. Las crónicas de quienes lo conocieron en ese tiempo, aseguran que rogó, suplicó, chantajeó, se dejó seducir por personajes de ambos sexos, hasta que le dieron una oportunidad que no desaprovechó.

Ya como asiduo cantante de programas de TELEVISA, debido a sus maneras afeminadas, sus camisas chillantes imposibles, y convertido en sorpresivo ídolo, la iglesia católica, en privado, reclamó a Emilio Azcarraga Milmo, dueño de Televisa, la clase de imagen cercana  a la homosexualidad que ofertaban a la juventud mexicana. “El Tigre”, soldado del PRI y leal a la iglesia de la masa, se reunió con sus principales consejeros y encontraron la solución. Si Juan Gabriel participaba en un programa con María Victoria recientemente viuda y de aún excelente ver, inventarían un romance ente ambos, algo insólito por la edad y las evidentes preferencias del músico.
Pero entonces muchos mexicanos se tragaron el garlito, le “perdonaron” (Dios, no había nada que perdonar) su preferencia sexual y lo amaron casi tanto como a los machos Pedro Infante, Jorge Negrete y José Alfredo Jiménez.

Lo aceptaron en masa, sí, pero, de eso a que su grandeza musical haya sido cercana a los charros primero mencionados o sus composiciones profundas y adoloridas como las del segundo, hay un mundo de diferencia. Juan Gabriel fue, porque en este mi país y en estos tiempos, no había otro asidero musical que valiese la pena.

Y ya lo vemos, para el engaño en colectivo, Peña Nieto ordena que se abra Bellas Artes para hacerle un homenaje.

Aún muerto el señor, lo siguen utilizando para darnos el mediocre atole con el dedo

Gracias



19 comentarios:

  1. Justo el otro día revisité "Un Chavo bien helado (Cronica de los años ochentas)" de Jose Joaquin Blanco.
    Me permito citarlo, ahora con el reciente fallecimiento de Juan Gabriel.
    "Y MAULLARE POR TI"
    Juan Gabriel admite la frase con que Alfonso Reyes definió a Pita Amor: "es un caso mitologico", de una facilidad interminable para refundir toda la tradición de la canción mexicana y colocar éxito tras éxito durante decadas. No es tan "moderno" ni tan "procaz" como otros compositores, y precisamente en su sencillez radica su estilo, una sencillez provinciana que tiene que recurrir a todo tio de manierismos para seguir insistiendo en los tres o cuatro temas decentes del sentimentalismo: el abandono, el encuentro, el regreso, el recuerdo.
    Lo hace con mariachi o con coristas, con orquestas o con acordeones.
    Sus letras resultan humildísimas: dos o tres frases coloquiales de sentimentalismo naif a la hora del noviazgo y rumbo a la panadería.
    A veces construye toda una canción con garigoleos de una sola frase: como bailar en el Noa Noa o querer ir a Cd Juarez.
    La imposibilidad de vivir sin Amor, y amor puro y entregado y del bueno, no sensualidades promiscuas del tipo de las celebradas por Jose Jose: un solo-único-amor-verdadero, que se fue y no se podrá olvidar, y al que se extraña con todo tipo de maquinaciones melódicas y prestidigitaciones silábicas, siempre sin gramatica y con un diccionario de media cuartilla: "Te pido por favor/de la manera más atenta que/me dejes en paz/de ti no quiero nada saber"."
    Saludos Señor Becker.

    Ruben Pineda

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  2. A mi me perdiste cuando leí que Plácido Domingo era Mexicano

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    1. No es Mexicano? digo, nació en México

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    2. No nació en México sino en Madrid, España

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    3. JAJAJA Tremendo pendejo que, además, de minimizar el gran logro de un individuo criticando su forma de escribir, comete errores tan básicos en la escritura. Escribe sin informarse y se regocija haciendo evidente que la envidia dicta en su esencia.

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  3. Me defraudaste BEKER CON ESTOS COMENTARIOS TAN PENDEJOS., SOS PURA BASURA.

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  4. Y tu quien eres Becker García ? Eres más o igual que Juan Gabriel? Cómo dijera Él mismo"Te pareces tanto a mi, que no puedes engañarme"

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  5. Cada quien tiene derecho a comentar las cosas que pasan ....unos creen que todo lo que sucede es por lo que a ellos les sucede ... Ud tiene más capacidad Becker déjenos a nosotros los terrenales comentar estas cosas tan sin interes para Ud ... Lo de este señor Alberto Aguilera se llama don ... Eso no lo tiene cualquiera .. Más de 1000 canciones haciendo lo mismo no lo hace cualquiera o si fuera así y tan fácil como Ud lo piensa de las frasecitas pues hágalas Ud y gánese un dineral ... Se me hace que Ud está como el amlo cree que todo lo que sucede tiene que ver con política o como los que dicen que la muerte de Juan Gabriel es una cortina de humo de telerisa para que la gente se olvide de la voladota que le dieron al América las Chivas .. Buenos días

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    1. Podría escribir como Carlos Cuahtémoc Sánchez o como Paulo Cohelo, no creas que no lo he pensado; pero al final, creo, me sentiría terriblemente mal por engañar a la gente.

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  6. lo unico que yo le puedo decir, que me dejaba mas satisfecha con sus letras Juan Gabriel que ud sr. becker garcia

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    1. Y es válido... a mi me deja más satisfecho Vargas Llosa que Platón, pero entiendo que cada uno está en su perspectiva

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  7. Cualquier obra artística publicada está sujeta a la crítica, me parece que para eso está. Cierto, Juan Gabriel no fue un artista que pretendiera con música iniciar revoluciones de ningún tipo, excepto las revoluciones a las que hacía girar corazones. Su oferta no era para exitar neuronas, sólo sentimientos. Y bueno, en términos musicales, como muchos otros artistas, su propuesta evolucionó. En eso no aciertas García, "No tengo dinero" es como "Love me do" de The Beatles, ya sabes a qué me refiero.
    PD Llegué aquí por un contacto que compartió la columna echandote madrazo macizo, que locos se ponen. Aquí te encargo esta...https://www.youtube.com/watch?v=fBIdQys1OmU

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    1. gracias por leerme Baldemar... aunque solo haya sido por chiripa

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  8. Lo sorprendente de todo esto es, que casi todos (al menos los mexicanos) nos sabemos un estribillo de alguna de sus canciones...en lo personal disfruto a los complicados y a los simplistas en sus maneras de escribir... Lamento la pérdida de este canta autor y sigo en la línea de que no hay buena o mala música...solo hay niveles de conciencia.

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  9. La realidad es que musicalmente, el amanuense de los Bours conoce muy poco de la materia y la trascendencia del personaje por su condición de cantautor, lo que no tuvieron Ni Pedro Infante, Jorge Negrete y demás ídolos populares que cita, que tampoco fueron producto para un público intelectual, pero bueno, no se le pueden pedir peras al olmo, la especialidad de Bécker es la química...

    PD: https://www.youtube.com/watch?v=HKZC9bqdr4I

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  10. Al amanuense, lo criticaron sus amigos... públicamente...

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