Sylvana Hilvana?

Los 5 diputados cajemenses en el Congreso local, inauguraron oficina de enlace en Ciudad Obregón. Y digo 5, aunque sean 6, porque al líder de la CTM estatal, oriundo de la colonia Ladrillera, Javier Villarreal, no lo mencionaron. Pero bueno, tampoco es que los 5, es decir; Emeterio Ochoa, Brenda Jaime, Rafael Buelna, Omar Guillén o Kiki Díaz Brown, hayan sido estrellas en la inauguración de su casa de enlace.

La estrella verdadera de la película, fue sin duda; la Diputada Federal Sylvana Beltrones Sánchez.

Y como en los tiempos en que su padre era Gobernador de Sonora, llegó custodiada por dos vehículos en caravana, bajó con paso firme y a pesar de ser chaparrita, su paso fue de un andar seguro, sin dejar de ser femenina, pero con tal resolución que se notaba que la Señora sabe quien es y que pretende ser.

Y lo sabe porque me cuentan, que en una comida con periodistas, y a la pregunta más obvia para el caso, es decir sobre su futuro, respondió como suelen hacerlo quienes tienen esperanzas en que las multitudes se encaprichen: “mentiría si dijera que no tengo ninguna aspiración….” ¿Quihubo? Lo comentamos aquí ya hace algunos meses, y de seguro estamos hablando de la Candidatura al Senado. Sylvana hilvana.

Pues bien, la señora no terminaba de irse, cuando ya en las redes sociales se afirmaba que pronto viviría en Cajeme, como para ir haciendo residencia. Otros dijeron como en broma, que vendrá a vivir a Sonora para que se le pegue el tono bronco del hablar sonorense, cuando eso es pecata minuta, porque bueno, su padre no habla ni tan golpeado que digamos.

Y también iniciaron las especulaciones sobre, si a ella que vino con toda la cargada y la bendición del PRI (hasta el Presidente Estatal anduvo por aquí), si le cedieron los reflectores, le organizaron eventos donde fue acompañada por el alcalde Faustino Félix y por el Secretario Rogelio Díaz Brown, si se vio a dos exalcaldes en el evento, Adalberto Rosas (aunque usted no lo crea) y Ricardo Bours y con ello, las redes hablaron: ¿Ella al Senado para el 2018, acompañada de….?

Y ahí empieza la cosa. No es tanto que sea uno del norte y otro del sur, como dicen debe estilarse. Los candidatos del PRI en la anterior contienda al Senado, fueron dos hermosillenses: Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara. Antes, también fueron dos hermosillenses, Oscar López Vucovich y Alfonso Elías Serrano y más antes lo fueron dos cajemenses: Eduardo Bours y Miguel Ángel Murillo. Aún cuando, y lo digo  sinceramente, uno del norte y otro del sur arrastran más votos, tampoco es regla.

Así, pues lo que se escuchan son Ricardo Bours, Rogelio Díaz Brown por Ciudad Obregón, Maloro Acosta y Epifanio Salido por Hermosillo, y, hasta uno de Átil, Víctor Hugo Celaya.

A mi, la verdad, me pueden nombrar suplente de la diputada Sylvana: no importa que me tenga que esperar sentadito en la banca hasta el 2021, cuando de seguro la señora renuncia para seguir el mismo camino de los últimos candidatos a la Gubernatura de Sonora. Por lo pronto, iré pensando qué hacer con mi título de Padre de la Patria.

Obvio, bromeo.

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Cualquiera puede ser un buen director del Instituto Sonorense de Cultura, peeeeroooo, lo que ya fueron, que cuelguen un retrato en alguna pared del inmueble y listo. ¿No?

Gracias

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Complicado Cajeme

Esta semana que casi concluye, la Senadora sonorense, Anabel Acosta, inauguró lo que será su oficina de enlace.

Raro nombre de oficina, para a quien le quedan poco más de 2 años de legisladora, y cuando según se ve y se palpa, se postula para competir por la alcaldía de Cajeme en el 2018.

¿Porqué lo digo? Bueno, porque es evidente que a la Senadora, se le abren espacios en el ámbito municipal para que luzca, además que, por ser mujer, el PRI, al igual que el resto de los partidos, habrá de postular, por fuerza, y en las candidaturas a los distintos puestos de elección popular, al 50% de mujeres y eso la vuelve doblemente competitiva.

Sin embargo, las cosas no vienen bien para el PRI, ni en Sonora, ni en el resto del país, incluido por supuesto, el complicadísimo municipio de Cajeme donde, los votos migran de un lado a otro en cada elección.

Hagamos cuentas: en el año 2012, el candidato Rogelio Díaz Brown ganó con 102 mil votos emitidos en las urnas. Tres años después, el actual alcalde, también del PRI, sumó menos de 60 mil votos, lo cual marca una tendencia a la baja.

Claro, ya estoy escuchando las charlas de café, echando la culpa a la participación inesperada de Gustavo Almada, quien se llevó 29 mil votos de los que estaban en discordia. Sí, es verdad, empero, con el mismo número de urnas y de votantes, Abel Murrieta como candidato a Diputado Federal, tuvo 75 mil votos, 27 mil menos que los obtenidos por su partido en el 2012.

Ahora bien. En el ámbito federal, las cosas lucen muy negras. Miremos: En el 2012 el precio del barril de petróleo mexicano, andaba por encima de los 100 dólares, con lo cual las entradas de los billetes verdes al país, eran como un chorro de esperanza para gastar en lo que se nos diera la gana: lástima, el dinero se fue en mucha burocracia y poca inversión. Pero bueno, ya ni llorar es bueno.

Sin embargo en este 2016, las cosas de la inversión vinieron raquíticas, además que, una vez aprobado el presupuesto para el presente año (bajo a comparación con el 2015), todavía hubo un recorte considerable de 3 mil millones de pesos, que vendrán a incidir en menos aportación para las entidades federativas, y por ende, para los municipios.

Pero eso fue el 2016, cuando aún se contaba con un colchón de las coberturas del petróleo, hasta donde se podría decir que estábamos más o menos a salvo. Para el 2017, salvo que ocurra un milagro, este colchón ya no existirá.

Cajeme, como el resto de los municipios del país, serán los primeros en resentir la falta de recursos, y la gente que camina a diario por las calles, no le importa si los árabes están tronando la industria petrolera o si Donald Trump será el siguiente Presidente de Estados Unidos; lo que para ellos importa, es lo que ocurre con el circulante de la economía hogareña.

Entonces digamos que para los alcaldes de México, incluido el de Cajeme, Faustino Félix, las cosas no vienen fáciles y tampoco se nota mucha tendencia a la creatividad para obtener circulante que detone la economía municipal. Para el alcalde de Cajeme, el futuro se mira en chino mandarín, por más intentos que haga o pueda hacer para resarcir la falta de recursos: no tiene varita mágica y eso lo sabe.

Y si a lo anterior le sumamos que para el 2018 hay algunos personajes que harán ruido extra en Cajeme si levantan la manita, léase Rodrigo Bours como supuesto candidato independiente a la alcaldía o la repetición de Gustavo Almada por el Movimiento Ciudadano, pues resulta que para Anabel Acosta o quien se apunte por el PRI, tendrá una piedrota en el zapato.

Y bueno, ya entrados en gastos con cuestiones de piedrones, pues ahí está también el diputado Federal Abel Murrieta, quien, olvidado y rezagado en la cuestión de las apariciones, si se lo propone, puede ser un dolor de cabeza en la búsqueda de ser incluido en la terna tricolor, aunque yo no se pa qué…

¿Complicado? Complicadísimo.

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Pues sí: El Pitillo Guerrero, ex alcalde de Navojoa y subsecretario de Gobierno, perdió de vista que el cuarto poder ya no lo es tanto.  Se perdió en “su verdad”

Gracias

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Al paso que vamos, pronto ni Hermosillo tendrá agua

En abril de hace 6 años, en una reunión celebrada en un Hotel de Cajeme, recuerdo que un miembro del Movimiento Ciudadano por el Agua, defendía con ahínco el proyecto hídrico llamado PLHINO, que pretendió traer agua desde Sinaloa al Sur de Sonora.

Entonces pedí la palabra, y les recordé que, en esos mismos días, el entonces candidato del PRI al Gobierno de Chihuahua, el hoy Gobernador César Duarte, prometió en campaña construir tres presas sobre el afluente del Río Papigochic, el cual viene a desembocar al Río Yaqui. Y repetí sus palabras: Si en Chihuahua es donde llueve, el agua debe quedarse aquí, y no dejar que escurra hacía las costas de Sonora y Sinaloa, cuando acá tenemos sequía. Pronto, dije, Chihuahua y Durango, querrán impedir los escurrimientos de sus lluvias.

Entonces me recriminaron, pronosticando que esto no sería posible y que, la única, única solución, sería trasvasar agua de las cuencas sinaloenses a las sonorenses sin importar ahí si, que fuese un ilegal trasvase entre cuencas.

Tengo dos noticias: Una mala y la otra pésima. La mala es que, justo la semana anterior, el experto en cuestiones de agua del ITSON, Rodrigo González, declaró que en Chihuahua las presas (de 10 a 19) ya están en construcción.  La pésima es que, de aquí a 15 años, la cuenca del Yaqui contará con mil millones de metros cúbicos menos.

Alberto Vizcarra escribió, la semana anterior: “Quienes intentaron utilizar el episodio de la elección de la nueva Directiva del Distrito de Riego del Río Yaqui, para introducir la división, fracasaron” Tst… fuertes declaraciones, pero falsas.

Yo escribí que, para mi punto de vista, la lucha del No al Novillo se encontraba secuestrada, acaparada, entre un grupo de no más de 20 personas, que no han hecho ya mucho, para evitar que el agua del Yaqui siga siendo trasvasada a Hermosillo y que de hecho, hoy por hoy, se trasvasa y ya nadie dice nada.

Para ese grupo, el que maneja el Distrito, es fácil pensar que al derrotar al partido que llevó al poder a Guillermo Padrés, la lucha se ganó, y que con el anuncio de la construcción de una desaladora para Empalme, Guaymas y posteriormente Hermosillo, el problema se solucionará, cuando no es así. El problema es tan complejo, que en 15 años, cuando muy lejos, hasta Hermosillo se puede quedar sin agua, cuantimás el Valle del Yaqui.

Por eso prefería yo un cambio en el Distrito, y que los nuevos, reintegraran a tod@s aquell@s que luchamos con denodadas ganas por encontrar soluciones para el agua y sobre todo, para un desarrollo integral. Porque los que ahora están, deciden entre unos cuantos, se equivocan, aciertan, avanzan y retroceden, pero entre ellos mismos y eso es malo. Han dejado de escuchar, inventando monstruos entre quienes antes eran sus aliados. Nos han hecho a un lado. Esa es la verdad.

Pero aclaro, conste, yo no voté en la elección del Distrito de Riego. Solo opiné (y lo seguiré haciendo), sin intentar dividir a nadie, sobre todo, porque es obvio que ya estamos divididos, y, mientras esto pasa, en Hermosillo se nombra una Comisión para ver los problemas hidrícos, en el cual no se incluye a ningún miembro del Movimiento No al Novillo. Mientras esto pasa, en Chihuahua se construyen presas que nos quitaran agua por igual, a Hermosillo y a Cajeme. Mientras esto pasa, en Sonora no nos ponemos de acuerdo, divididos, no tomamos el toro por los cuernos y nos acercamos todos,  y digo absolutamente todos, a buscar con nuestra Gobernadora Claudia Pavlovich, una solución permanente y para siempre, ante la guerra del agua que ya empezó, y en la cual los sonorenses nos estamos haciendo pedazos.

Hermosillo y Cajeme, se deben de poner de acuerdo, como ya lo están haciendo en Chihuahua para quedarse con el agua.

No al Novillo

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Felicidades a Balta Peral, nuevo presidente de AOASS…

Gracias

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