Sergio Pablo Mariscal, el alcalde de Cajeme, se notaba molesto;
se revuelve en su silla, ahí en pleno cabildo y escucha atentamente lo que la
Regidora, Graciela Armenta, de MC, le recordara que tiene 55 días desde que
tomó posesión y no se ha visto que se tomen acciones contra los las pasadas administraciones:
“’por lo cual, alcalde, le exijo que se tomen cartas en el asunto…”
¿Me exige? – le preguntó Mariscal, quien se toca, con
enfado, el collarín rígido que exhibe luego de una intervención quirúrgica.
“Sí, le exijo, le exijo que se tomen cartas en el asunto y
se tenga la voluntad política de llegar al fondo de todas estas cosas”
Tal vez sin el collarín, y sin la barba que ahora cubre su
cara, los presentes hubiesen visto el aumento de color en su tez, producto del
coraje.
Los alcaldes suelen ser quienes lideran las sesiones de
Cabildo y los destinos del Ayuntamiento. Para ello, son necesarios cumplir con
dos requisitos: que su obvia mayoría, de 12 regidores y la síndica, estén de su
lado y, el segundo, que de acuerdo a un tejido fino, el Secretario del
Ayuntamiento consiga “jalar” a unos cuantos regidores de oposición para tener
asegurada la posición en las discusiones.
Pero, aquí, existen visibles laberintos del Cabildo, y el
Alcalde está casi tan solo como lo estuvo el Minotauro cautivo.
Y es que a estas alturas, para nadie es un secreto; los doce
regidores emanados de su partido, MORENA, al igual que la Síndica, en las
sesiones de cabildo, apenas abren la boca para apoyar al Presidente Mariscal.
Y si esperáramos entonces que el Regidor del PT, Rosendo
Arrayales, su supuesto aliado natural, pues resulta que es muy al contrario;
aquí la cosa es peor, tanto, que hace apenas algunas sesiones, el alcalde,
enojado lo encaró y si no es porque lo detienen dos regidores, algo peor y
grave hubiese pasado, porque de que iba a usar la manos, las iba a usar.
Algunos lo escucharon que dijo: “es que este …… me saca el tapón”
Dice el manual que, en política, si no se ejerce el poder,
alguien más lo hará.
Y bueno, en este cabildo, las voces de Rodrigo Bours,
Gustavo Almada, Graciela Armenta, Emeterio Ochoa, Rebeca Godoy, Rosendo
Arrayales, se han escuchado más que ninguna otra.
Y el alcalde dice, que las acusaciones de corrupción que se
han ventilado ahí, son para darle de comer a los medios, haciendo referencia
que son un festín las declaraciones de la mayoría de los regidores de oposición
y, con ello, ganan todos los espacios mediáticos. O, ¿usted ha visto a algún
regidor de MORENA que gane los titulares de los medios?
Y no están mal los regidores de oposición, sino por el contrario,
están haciendo su papel: levantar temas, crear dudas, reclamar posturas y sobre
todo, exigir transparencia.
Pero, viéndolo bien, las acusaciones de los regidores, han
sido lanzadas al aire y, lo grave con algunas imprecisiones.
Me explico con un caso: Se dijo en Cabildo, que una compañía
Constructora (PARKUR), cercana al ex alcalde Félix, había sido constituida unos
cuanto días antes de tomar el poder, con claras intenciones de verse
favorecidos. Sin embargo, en redes sociales, subieron un listado de proveedores
del Ayuntamiento en tiempos de Manolo Barro, 2009-2012, donde dicha empresa ya
era parte de los constructores inscritos como tales en Cajeme. Pero bueno, la
aclaración, no fue nota mediática y tampoco nadie se disculpó por la imprecisión.
Estar de acuerdo con la participación de los Regidores de oposición,
y de su intención de no ser tapadera de nadie, pero no se debe permitir, que
exista una ligereza para, sin documentos de por medio, juzgar a priori, con
notas mediáticas, en aras de estar pensando desde hoy, en el 2021 para ver
quien, acusó más y entonces hacer puntos fatuos. Investigar a fondo, sin
estridencia y entonces sí, caiga quien caiga.
Yo creo que, salvo que se quiera dar notas para los medios,
con papeles en mano, con comparativos, con los contratos bien explicados, las
obras bien inspeccionados, con evidencias, entonces sí, llamar a cuentas.
Porque de otra manera, existe mucho, mucho ruido y muy pocas nueces.
Hasta con esa le tocó bailar a Sergio Pablo, sin que nadie
lo defienda.
Gracias
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